DOS MUJERES Y UN DESTINO

Tú y yo tenemos un destino, el único que buscamos las dos en común, el que nos reunirá para amarnos siempre y ser felices en nuestro caminar, bajo la mirada de las estrellas, que bailarán alrededor de la luna, tocarán la música más romántica y el mundo temblará al sentir nuestro beso, un beso tan profundo y lleno de Amor, que se estremecerán hasta las flores y se ruborizarán, aunque no estén florecidas, por la llegada del invierno.

Ya falta menos para que vengas a mi, mi vida te espera para hacerte feliz; cuando me veas corre y abrázame, no me sueltes y lléname con tu corazón y tu alma, démonos por entero sin barreras, sin fronteras y sin tiempo, saborearé tu cuerpo y tú el mío, nada importará más que le belleza de nuestro espíritu y cuando nos hayamos recorrido, con la profundidad de una entrega total, solo seremos una, para reír o llorar.

Ni las tormentas, ni las heladas, ni las lluvias nos afectarán para nada, pues nuestro amor será la brisa del verano junto al mar, para derrotarlo todo y que ningún contratiempo nos pueda separar.

No tengas miedo y que tu mirada sea el reflejo de un amor inmenso, tan inmenso como el mío, pues por mucho que ahora no me veas y estés derrotada por la soledad, no pienses en nada, porque pronto, muy pronto, seré tu mujer adorada, la que anhelas y con la que sabes que serás eternamente feliz y una mujer muy enamorada, tan enamorada como yo lo estoy y estaré de ti, aunque no estemos juntas ahora; pero lo sabremos, porque cuando nos encontremos, lo llevaremos escrito y sin duda alguna, seremos tú y yo,... dos mujeres con un solo destino.