TODA LA NOCHE EN VELA

Hora tras hora, he visto pasar la noche sin poder dormir, porque mi dolor de la infección y el flemón que llevo en la cara, debido a una muela que se me partió con un hueso y que me la están arreglando, me han hecho ver las estrellas de todos los colores. Hoy en cuanto me arreglen me voy a urgencias, pues el hinchazón no me baja y me siento fatal. 

Es muy amarga la soledad y mata lentamente, pienso en cuando estaba bien y me comía el mundo como se suele decir, pero de repente, dejé de ser la Super Carmen como me llamaban, para quedarme como una niña indefensa, con la que se han recreado, quitándole todo aquello que tanto he cuidado en mi vida.

Están tocando las campanas de las seis, tengo frío y ahora mismo el silencio es enorme, pues hasta hace poco, escuchaba la charrera de los que estaban en el bar y son demasiadas cosas las que llegan a mi mente, que me hacen resbalar las lágrimas, al no encontrarle ningún sentido a nada.

Me rebelo una y otra vez a irme de este mundo, sin conocer el sentirme amada y corresponder a una mujer, que tenga corazón, alma y cuyos ojos no miren mi silla, que me miren a mi y nos convirtamos en una flor única, del jardín de nuestro amor. Soy consciente de que no será fácil, quizá imposible, pero cuando me vaya y me relacione en sociedad, conociéndome tal y como soy, sin los calificativos horribles que me han puesto, gracias a la recompensa de un monstruo, tendré más posibilidades de que surja ese milagro y aparezca ese tesoro que siempre he deseado, para saborear la dicha y poder partir, con mi mano unida a esa mujer especial, que tanto quiero que exista.