LO JUSTO Y NECESARIO

Ya no salgo casi nada, solo lo justo y necesario, pues no me importa ver gente, ya que no la veo, porque tengo oscuridad y muy anestesiada mi mente.

Solo voy al campo, mis pequeños a mi lado, los suelto hasta que se quedan extasiados, y después, vuelven corriendo a mi encuentro cada uno, para regresar a nuestra casita y quedarse dormidos, como niños que han corrido y han jugado.

Deseo que llegue el lunes, para que venga mi auxiliar, nos vamos a desayunar tras ponerme bien arreglada con mi ducha diaria, que me despeja tras dormir como si me quedara muerta; compro en el mercadillo la fruta, que es lo que como junto al queso fresco sin sal, porque no me apetece casi nada, y ya, cuando se han ido los vendedores recojo a mis chiquitines, para estar sola, juntos los tres, sin que nadie interrumpa mi silencio, para encontrarme de repente mirando al cielo y suplicarle a mi Padre, que no me abandone nunca y me de las TRES cosas que tanto, tanto deseo y anhelo.

Por una parte, quiero salir de este volcán, que me está quemando viva; por otra, recibir mi justicia merecida; y después, encontrarme hecho realidad el sueño de toda mi existencia, ese AMOR ÚNICO Y VERDADERO, de dos mujeres adultas, con el alma y un corazón sincero, lleno de espíritu y caminando por esos senderos del mundo, que todo lo soporta con lo que en verdad, es la medicina que te lo cura todo y  solo deja cicatrices imborrables del pasado, que no creí jamás, que me fuera a pasar a mi algo tan brutal; me han estado matando cada día, con un sufrimiento insoportable de las barbaridades que me han hecho, se han recreado y recochineado, se han burlado y me han violado salvajemente: Pegándome físicamente, moralmente y psicológicamente.

Esas tres cosas pido cuando rezo entre la hierba y el sol, cuando llega la noche antes de tomar la medicación, y si sobrevivo todavía, es porque venceré la batalla que me libraron, sin motivos ni razón.