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18 de abril de 2011

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LOS QUE DICEN SER ATEOS







Hay mucha gente a nuestro alrededor que dicen claramente no creer en nada. Personalmente he conocido algunas de esas personas y se dicen ateos a si mismos por esta cuestión. Cuando les he preguntado el motivo, unas me han contestado que aquí termina todo y otras que si Dios existiera no permitiría las cosas que pasan en el mundo.
Quisiera decir algo al respecto: El ser humano es tan incrédulo que ni viendo ni palpando es capaz de reconocer la verdad, es menos costoso imaginar que a lo mejor es todo puro teatro o inventado. Sin embargo a la hora de sacar conclusiones para juzgar y criticar creen todos los chismorreos que escuchan, sin importarles las consecuencias que a veces puede traer algo así.
Recuerdo una ocasión en la que estando en la peluquería, una señora hablaba de que había visto salir del cine, a una conocida del brazo de un chico y que ella estaba casada. Mira por donde otra que estaba allí, la hizo quedarse muda al indicarle que aquel muchacho era su hermano. Por dentro me partía de risa al ver la justicia divina actuar tan rápidamente.
Volviendo al tema, he puesto este ejemplo, porque los que dicen no creer en nada, por desgracia viven la vida como quieren, les gusta y a lo mejor son mucho mejores que otros que dicen creer, ellos aunque digan ser ateos no se dan cuenta de que en su corazón llevan a Dios y por eso es una pena que no lo reconozcan.
Los mayoritarios, que lo culpan de todo lo malo del mundo, me llaman la atención y de una forma exagerada, pues Él nos dio la libertad cuando decidimos no obedecerle  y nos dejó muy claro los dos caminos a seguir.
Uno haciendo el bien y otro haciendo el mal, nos dejó los 10 Mandamientos al igual que tenemos unas leyes terrenales.
Lamentablemente el mal es más contagioso que el bien y por eso el hombre, hace libremente todo lo que a Dios no le gusta. 
Las cosas que ocurren son causa de nuestra libertad y de nuestras propias acciones que no son cumplidas por las leyes que tenemos.
Si un borracho conduce y mata a un niño, ¿quién tiene la culpa?....Dios,... si hay drogas y las toman los jóvenes, ¿quién tiene la culpa?...Dios,... de todo tiene la culpa Dios. Yo me pregunto, ¿no será el culpable el borracho por conducir embriagado? ¿no será la culpa del vendedor de drogas el que los muchachos las consuman?. Somos libres para elegir, somos libres para obedecer, somos libres para todo ¿no es eso lo que tanto anhelaba el ser humano? pues entonces ¿de qué nos quejamos?, ya nos dio su vida y...¿de qué le sirvió?, para que sigamos negándole y caminemos por el valle oscuro del egoísmo, la violencia y la falta de caridad.
Los que hemos querido elegir el buen camino, sufrimos, nos quejamos, cometemos errores, pero tenemos una conciencia que enseguida reacciona y sabemos arrepentirnos de verdad, pedir perdón y darnos un poco a los demás.
Y eso solamente teniendo una fe del tamaño de una hormiga, ¡imaginaros si la tuviéramos como el tamaño de un elefante lo que seríamos!,..... pues sencillamente santos.














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