YA ESTOY IMPACIENTE

Ya tengo ganas de que llegue mi hora, de irme a mi nuevo hogar, en donde nadie me mirará con ojos despiadados, con burlas e insultos de palabras horribles, de gente malvada, de quienes no tienen nada que hacer, más que fusilar tirando la piedra y escondiendo la mano. Hombres valientes y machos, que a lo lejos me llaman de lo peor, porque tienen miedo de una mujer indefensa y lo hacen cuando me ven sola. Por fin, me espera un nueva esperanza de vida, una ayuda que no olvidaré jamás, pues dentro de muchos sitios, hay gente maravillosa que se desviven y lo hacen de verdad, cuando estudian un caso como el mío. Ya no tendré que ver, ni oír, ni me colgarán en la cruz otra vez, pues de allí me sacará la enfermedad o la muerte, pero viviré tranquila, dejando este lugar con los falsos, que tanto defienden a sus vecinos y a la espalda, se acribillan unos a otros. Mi salud no sufrirá estos empeoramientos y poco a poco, me reducirán algo la medicación psiquiátrica y me haré con nuevas gentes, que me conocerán como soy en realidad y no como si fuera una delicuente, como lo han hecho en este lugar, gracias a la gran JUDAS, que me vendió, para que me mataran hundiéndome en un pozo sin salida, robándome la intimidad más sagrada, para que me encerraran en un centro, diciendo que estaba loca y lo peor que se inventaba y que le salía por la boca.

Todo se paga, nadie escapa a lo que debe, por eso si gano lo que tanto me merezco, con el nuevo código penal, pueden ir hasta la cárcel esas mentes sin igual y me sentiré en paz, sabiendo que la justicia en la que aun creo, es sabia y ha comprobado todos los hechos, para presentar en la sala a los culpables y que reciban su castigo.

Ahora solo tengo ganas de volar del nido más putrefacto, que he conocido, en donde se defienden a capa y espada los que no conocen nada y se atreven a colgarte de un árbol sin más, porque son de aquí, son vecinos, amiguismos, o porque son igual de sucios, menos mal, que no son jueces, porque si existiría la pena de muerte, a mi me hubieran llevado a la silla eléctrica. Ayer me decía alguien del ayuntamiento que si me condenaron sería con razón, pero no se acordó de decirme que conoce bastante a esa persona y yo soy la de fuera, pero la hice callar, porque si se descuida, para ella la justicia era perfectísima y nunca se equivoca, cuando no lo dicen eso, ni los propios jueces, que son seres humanos y pueden errar, aunque no sea continuamente.

Me llevo de aquí lo bueno, lo demás que se lo queden ellos, pero a la hora de la verdad, nadie acude al encuentro, de quien me originó todo ésto, pues la soledad, la conciencia, su enfermedad y su mala fama la preceden, para que la consideren una insociable, que se esconde para hacer sus barbaridades y salir con la careta de no haber roto un plato en su vida, aunque aquí, se lleva el control de los que van rompiendo cada uno; se miran, se saludan, se sonríen y cuando se han dado la vuelta, se apuñalan unos a otros, menos los que son dignos de mi cariño, que son honrados, francos y no se esconden para decir la verdad; no son cobardes y no les importa lo que las lenguas escupan para envenenar.

Cuando parta con mis pequeños y me vaya alejando, no quiero mirar hacia atrás, querré que me acompañe mi esperanza, el acercamiento a una gente nueva, a un cielo que brille con otro sol,  a que mis graves heridas no sientan tanto dolor, a que mi mente duerma sin pesadillas y no tener que tomar tanta y tanta medicación, para dejarme anestesiada y no despertarme inundada en lágrimas con una opresión en el pecho espantosa, por todas las canalladas que me han hecho, al quedarme en silla de ruedas; tan solo por culpa de una mujer inestable e inadaptable, agresiva, calculadora y que maltrata cubriéndose las espaldas con premeditación y conocimiento de causa; una enferma trastornada, que solo busca lo buenos momentos, que para ella son solo......los ratos de sexo, que la tienen obsesionada y en eso basa el amor verdadero. Me daría lástima, si se pusiera en tratamiento, reconociendo que no está nada bien y contando la verdad en una psiquiatra, pero hasta en eso, está tan mal, que opina que están para los locos y que a ellos no les importan sus cosas.

PUEDES APLICARLO A CUALQUIER EXPERIENCIA DE TU VIDA