NUNCA ME ENGAÑO A MI MISMA, POR ESO QUIERO JUSTICIA

A nadie en el mundo, le deseo el daño tan criminal que me han hecho a mi y que ahora comprendo, que por eso, hay gente que mata y hace barbaridades y no sienten ni arrepentimiento, ni les importa nada y se quedan satisfechos con sus hazañas asesinas. Todos los días se escuchan noticias espantosas; hoy se comunicaba que un hombre había quemado a su mujer, en otras ocasiones sin darle importancia es al revés, pero dice un refrán....CRÍA BUENA FAMA Y ÉCHATE A DORMIR....Debería existir la igualdad para todo, ya que es lo que tanto ha deseado la mujer siempre, por eso está muy bien la reforma hecha o a punto de realizarse del código penal y que se paguen los delitos como se merecen los que llevan a cabo esas acciones, que también pueden ser de otra forma distinta y por mujeres.

La descarga de barbaridades que he recibido no se pagan con nada, por eso no es el dinero lo que me importa, pues si he contratado a la mejor letrada penalista, a través de mis amigos de Valencia, es porque quiero justicia y que paguen por todo lo que he tenido que pasar y que no tiene calificativos. Nadie ha tenido piedad conmigo, supliqué y me llevaron con mentiras y traiciones premeditadas delante de un juez; ella, la que tanto me decía que antes se haría daño a si misma, que me lo haría a mi, se encargó de que un agente se convenciera de que yo era una enajenada mental, enseñándole lo que no supo ni interpretar, para convertirme en su obsesión; me llevaron ante una médico forense con el único propósito de encerrarme en un psiquiátrico penitenciario, pues fui denunciada por ese señor, cuyas acusaciones eran inventadas y fue el que me dijo sin estar presente aquella tarde, que llamé a esa señora de puta para arriba y que se lo diría a su señoría llegado el caso, por eso estoy segura de que me condenaron, pues el que lo celebró era un sustituto y no me iba a declarar culpable de algo que no dije, pues alegó su hermano que quería matarla y si alguien escuchara la grabación de las declaraciones de él y una prima invisible, ni eran coherentes ni eran nada, pero obtuve mi pena siendo inocente. Después solicitó una orden judicial, para averiguar mi IP, convencido de que casi todos los apodos que insultan en el foro de la ciudad era yo, pero solo hay tres y son de risa, para que diga que lo calumnio y lo injurio, cuando no nombro a nadie ni digo nada, tan solo lo que me estaba pasando y que a ese criterio, deberían denunciarme todos los policías, pues cualquiera se podría ver reflejado, pero solo se sintió identificado él, porque sabe que es cierto lo que me hizo y por eso ha ido a por mi y de paso beneficiar a la otra. He pasado lo inimaginable, pero la verdad siempre triunfa y la maldad se vuelve en contra de quienes estarían celebrando sin escrúpulos, que me hubieran encerrado y al mismo tiempo matado a mis pequeños de pena.

Me han estado tratando como a una loca de verdad, antes de saber si lo era o no, he recibido un trato degradante en un juzgado, en el que parecía que entraba una asesina; todos tenían sentimientos menos yo, que no era nada ni nadie para todos ellos y ni para la Alcaldesa, con la que tuve que reunirme, para pedirle que me quitara de encima a ese policía; ese señor me espantó a la muchacha que me acompañaba cuando no estaba con mi auxiliar por mis pequeños, buscó a su familia que me vino toda a mi casa, él me insultó todo lo que quiso y mi denuncia la archivaron sin más, porque me ignoraban; sin embargo, la palabra del agente, era palabra de Dios y esa era sagrada. Ahora me dejaré lo que sea necesario, para recibir mi merecida justicia, porque siendo que estoy enferma, que me han hecho empeorar sin contemplaciones de ninguna clase, pues para llegar a donde estoy, mi abogada está luchando mucho y confío en la sabiduría de la jueza, que estoy segura, de que se ha dado cuenta de la trampa que me tendieron entre unos y otros, tras el informe de la forense. Sola, tuve que poner un recurso, porque me citaban al reconocimiento sin saber el motivo, ni quien me había denunciado, ni el por qué, así gané tiempo hasta que contraté a mi abogada, pues el anterior me metía miedo, diciéndome que si iba a hablar otra vez con el fiscal provincial, me podría ingresar de oficio en un centro, declarándome enajenada mental, algo que no era posible, solo por defender mis derechos ante las irregularidades a las que estaba siendo sometida. Indefensa, débil, cada vez con más medicación gracias a la ayuda de mi gran doctora, hizo que no me volviera loca, de tanto como me humillaban sin pensar en mi para nada; no podía ir al juzgado, pues me gritaban y me iba llorando, le tomé un miedo espantoso, pero iba cualquiera a ponerme algo a mi y enseguida salía a flote. Ahora ya no estoy sola y no lo piso para nada, pero estoy convencida de que algo raro hay, cuando lo mío lo archivan enseguida y ni tan siquiera me lo notifican, pero ya tengo una luchadora, que se encargará de que su señoría tenga la sabiduría que posee y acabe accediendo a concederme mi justo derecho a un juicio, en donde poder demostrar todo el infierno delictivo que he vivido y conseguir ganarlo con todas las pruebas que hay.

Todo, amigos del mundo, no se lo hacen ni a un delicuente peligroso, pero al parecer era yo más importante que ellos, y yendo en una silla de ruedas con dependencia, me convertí en una peligrosa, en una loca que va detrás de las mujeres y en todas las salvajadas que fue divulgando por todos los sitios la maltratadora, que por ser de aquí y yo la forastera, fue creida y apoyada por la mentira, la maldad y la justicia, gracias a lo que me quitó con toda mala fe, para arruinarme la vida, convencida de que me haría desaparecer del pueblo, para velar por una reputación que no tenía nada buena. Voy a parar aquí, porque me perjudica mucho recordar tantas brutalidades como me han hecho y quiero dormirme, para no sentir este dolor, que me ahoga y me oprime el pecho, de tanto y tanto daño como me han hecho y que todavía les sabe a poco.