ESTOY EN EL DESIERTO Y TENGO SED

Me siento sola, aunque vea gente a mi alrededor, no importa si hablo con alguien, pues mi boca responde, pero mi cerebro no. Mi mente está en el desierto, con sed, mucha sed y solo ve tres figuras gigantes de maldad y sabe que existen, por eso quiere agua, mucha agua, para calmar el dolor de sus entrañas, de su corazón y de su alma.

La soledad, soledad miserable y obsesiva, que te empeñas en perseguirme, pero cuando parta de aquí, morirás sin remedio, pues ella me encontrará y acabará contigo; no conseguirás estar a mi lado el resto de tus días, pues me salvará ese AMOR, ESE AMOR VERDADERO, que te llevará al pozo de la oscuridad, y a mi, me llevará hasta el cielo. 

Soledad, enfermedad mortal, no podrás conmigo, te queda poco tiempo, ¡aprovéchate! pues eres una asesina sin piedad, que se recrea con quien eliges y no paras de seguirme; hazlo, hazlo, porque sabes que ahora eres lo único que tengo, pero pronto, nos despediremos y te quedarás con tus otras elegidas, las que te llevarán para siempre, porque han nacido para ti y te dibujan con forma de castillo de colores, PARA PODER SOBREVIVIR.