EL RATONCITO QUE ME DESTRUYE
Tengo un ratoncito en mi vida diaria: Es pequeño de apariencia, pero sigiloso y malo; se me come el queso, convencido de que no lo pillaré, todas las veces se sale con la suya, pero no sabe que le tengo preparado, lo que al final lo matará y no se me comerá nada en mi casa, ni me hará gastar dinero en limpieza. Se me esconde y no puedo cogerlo, pero yo soy más inteligente y pienso, por eso, el ratoncito asqueroso, que me infecta con los mordiscos que pega mi comida, tiene su día señalado, para chafarlo y convertirlo en pedazos repugnantes y tirarlo a la basura.
El ratoncito es un animal de cloacas y porquerías, pero los hay muy grandes, que contagian enfermedades; el mio en concreto, no sabe, que el tiempo no es problema para mi, que soy santa paciencia, que estoy vacunada contra las infecciones malignas, pero cuando lo pille, no quedará de él rastro alguno.
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