ROTA

Llevo desde la madrugada llorando sin parar, no pienso abrir la boca ni decir lo que haré, pues estoy rota en mil pedazos y me siento morir de tanta pena, así que ni me voy mañana a la capital con mis amigas, porque no quiero nada del mundo. Estoy hundida y acabo de dejarme un paquete de pañuelos con mi psicóloga y el jueves me ve mi psiquiatra. No paro de sufrir y llevo ya dos valium de 10 mg debajo de la lengua, porque mi corazón sangra y me siento morir.

Quiero y no puedo, a veces lo consigo y otras me voy más a pique, creo que el día que me falten mis pequeños, me iré detrás de ellos, porque no como nada, estoy anestesiada y la luz desaparece de mis ojos, envolviéndome en una oscuridad espantosa, que me produce terror, pánico y angustia.

No consigo encontrarle un sentido a mi vida, que me permita curar todas las heridas, que invaden mi ser y me siento perdida como una niña pequeña sin poder superar nada de lo que me pasa.

Quisiera estar en medio de un desierto y gritar con todas mis fuerzas lo que hay dentro de mi espíritu, que nadie sabe y no puedo expresarlo con palabras.

Lucho y pongo todo de mi parte, pero caigo en redondo y mi desconsuelo no lo calma nadie, creo que mi subsconciente no quiere nada y lo quiere todo, pero he nacido para vivir en agonía y con ella esperaré la muerte día tras día.