A partir de mañana día de la resurrección del Señor, se celebra en mi tierra la tradicional mona de Pascua, me acuerdo que antes la gente se iba al campo con la familia, amigos y jóvenes, para hacer allí sus buenas paellas, carnes, embutidos y cantar la tarara.
Se volaba la cometa y se lo pasaban en grande, después de la comida se tomaban la mona para merendar, que es muy típica en Valencia y pueblos. La mona es un dulce que lleva anisetes, un huevo duro en el centro y con distintas formas que le da el panadero, algunas de animales y otras de distintas maneras.
El campo se ponía a rebosar y algunas veces no encontrabas sitio en los lugares más famosos, como por ejemplo Santo Espíritu. Si te atrevías subías hasta la cima para tocar la figura del Señor, otros buscaban otros lugares, pero todos la celebraban de esta forma y se veía un ambiente de alegría y de relaciones humanas.
No recuerdo incendios ni nada, porque se cuidaba mucho de no dejar nada encendido; y además muchos lugares estaban adaptados para hacer las comidas.
Los niños saltaban a la cuerda, los mayores también y estaban deseando ponerse sus pantalones de vaquero y sus pañuelos en el cuello, para ir con sus mochilas a disfrutar de esta fiesta.
Poco a poco se fue apagando este medio y actualmente se van a los chalets, los amigos se los llevan allí, otros se quedan en casa y los restantes aún siguen acudiendo a la hermosa naturaleza, pero sin aquella gran multitud.
Las relaciones entre las personas aun siendo conocidas se ha ido apagando, la comodidad se ha ido implantando y poco a poco se ha generado el distanciamiento.
En muchas cosas el avance ha sido para bien, pero en la gran mayoría creo que para mal, la sociedad de consumo actual tiene un lema y es....¡de que cada uno va a la suya!.
En los pueblos queda todavía algo de bueno en ese aspecto, aquí por ejemplo se celebra este Domingo y Lunes la Virgen de la Cabeza, todos se van de buena mañana para coger sitio en la ermita, hay de todo, apenas puedes caminar y los vecinos del pueblo viven con mucha devoción esta fiesta tan señalada aquí. Luego por la tarde noche se ven venir de regreso y acuden a la procesión para ver traer a su patrona hasta la iglesia, todos van bien vestidos y esperando el tiempo que sea necesario, para ocupar un buen lugar.
Por desgracia todo ésto ya está demás para mi, pero lo recuerdo de cuando he ido, como si fuera ayer mismo.
Aquí de momento no hace falta que te conozcan para decirte ¡Buenos días! o para ir a visitar a una conocida que está enferma o simplemente para preguntar y saber cosas, ¡como es típico en los pueblos!. Lo importante es que hay comportamientos como personas que somos, resulta agradable y ya no son tan anticuados ni cerrados de mente, de ésto hay en todos los sitios incluidas las capitales.
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