Eso solía pedir yo para que me quisieran los demás. Estaba convencida de que si era una trabajadora con cargo, si era más importante tendría amigos de sobra.
Pero tuve la gran suerte de que Dios me había elegido y se encargó de darme lo más bello del mundo, aunque haya sufrido cada día de mi vida.
He amado a los demás y he sido feliz, aunque luego he llorado por los desprecios, he reaccionado mal y he sentido un verdadero arrepentimiento aunque me humillaron a cambio de valorar, me han pegado y no me he defendido pensando que era culpable por mi debilidad, he sembrado para recoger y he obtenido piedras, he querido dar sin esperar nada a cambio y me han asustado.
Ahora no tengo nada, ni tan siquiera salud, pero tengo lo que mucha gente no podrá sentir jamás, El amor en mi corazón, la sencillez, la verdad y sobre todo intentar ser cada día mejor.
Tengo personas que me quieren de verdad y me siento agradecida, al fin y al cabo EL, nos da lo que necesitamos en la vida, aunque de momento no lo veamos.
Preciosa reflexión.
ResponderEliminarSaludos
no por ser materialmente mas rica se es mas rica en amor,eso lo da la humildad,la bondad y muchas otras cosas q los materialmente ricos no tienen,besitos de tu loquita
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