SUEÑO, REALIDAD Y ESCLAVITUD

                                                                                            

                                                                                                              


Me siento un pájaro enjaulado porque mis alas estan rotas y ya no puedo volar. Por donde miro sólo veo paredes y nadie con quien charlar, me he quedado muda. Soy presa de un mundo de sueños y no me gusta mi realidad, estoy asustada y confusa y tengo miedo a la soledad.¡Maldita soledad! siempre vuelve a mi encuentro de alguna manera y por mucho que la desprecie se arrima a mi y no puedo con ella. Toda una vida de sueños y cuando creo alcanzar lo que quiero, todo se derrumba a mi alrededor. El despertar al mundo real es distinto y muy cruel, el hombre es egoista y sólo cuenta su propio yo. Por encima de todo, de las flores, del aire, de las estrellas, de la luna, del sol, del mar y de todos los animales, lo que reina es la supervivencia equivocada de amarse uno asi mismo aunque sea a costa de hacer mal a los demás. El espíritu de saber amar, de la convivencia y de la fidelidad la tienen los animalitos mas maravillosos del mundo, los perritos, ellos sí que son un ejemplo para los seres humanos. Ahora ya no podré volver a volar, ahora soy presa de la desesperación y de la pena, pero he descubierto algo realmente decepcionante y peor aún que estar enferma y es que tantos y tantos compañeros que decían apreciarme, quererme, que trabajar ya no seria lo mismo sin mi presencia; y ninguno de todos ha sido capaz de llamarme ni una sóla vez para preguntar por mi estado de salud. Lo he comparado como si hubiera viajado en un autobús durante años con los mismos pasajeros y en una parada en la que me he quedado fuera, he dejado de existir y he pasado al baúl de los olvidos. No importa, no quiero ser asi, prefiero recordarlos yo y saber que soy capaz de sentir.