YA TENGO OTRO CAMPO Y EL SÁBADO DESAPAREZCO CON MI AMIGA

Me he buscado otro campo, para sacar a mis pequeños y evitar miradas que no veo bien por las cataratas, pero que siento como me apuñalan sin dejar de hacerlo, así que he buscado otro sitio, en donde por lo menos estaremos tranquilos, pues no va nadie. 

Como necesito escapar de aquí y airearme en la capital, me voy con mi amiga el sábado al cine, de cena y de cafetería; tenemos que pedir una silla en la cruz roja, porque la mía no se puede doblar y de esa forma la meterá en el maletero. Estoy deseando de que llegue, pues ya estoy a punto de reventar, del peso de este pueblo, que me asquea cada vez más. Siempre lo mismo, las mismas caras, las cosas raras; no va conmigo este ambiente, solo por amor me voy a una isla desierta, pero como ni tuve nada, ni tengo, ni tendré oportunidad alguna en este sitio, me quiero ir a donde me pega estar, para relacionarme y tener mis amigas y si me toca el amor a la puerta, darme otra oportunidad.

Tengo muy claro, gracias a mis ayudas profesionales, que no por una que pega cruelmente, todas van a ser iguales, por eso si me relaciono, puede aparecer una buena chica de mi edad más o menos, que empezando por una verdadera amistad, acabemos enamorándonos y entonces tener lo que me merezco para ser feliz y estar juntas para siempre, porque será especial y diferente como yo. Si por una de aquellas, mi destino es que no aparezca, cuando me falten mis pequeños y llegue a una edad adecuada, me ingresaré en un centro de discapacitados y no moriré sola con mi detestable amiga Soledad, al fin y al cabo, los años pasan volando y en nada, me acabo convirtiendo en una anciana si vivo lo suficiente.

No hay nada peor, que no tener a nadie a quien abrazar por la noche, decirle te quiero, hablar con ella, si surge hacer el amor, besarnos, decirnos lo que sentimos desde nuestro corazón y nuestra alma, que seamos una de la otra y que no podamos vivir sin estar siempre junticas. Ese ha sido mi gran sueño dorado, sencillo, añorado, necesitado durante toda una existencia, pero la maldad del ser humano me jugó una mala pasada, y conocí a la persona equivocada, que supo engañarme con su gran experiencia y me han hecho de todo, menos tratarme como a una persona en la enfermedad.
Solo quiero que deje de espiarme, de que no me sigan asesinando con esas miradas traidoras, esos ojos de odio, de rabia, de mal, de querer seguir torturándome, para que no deje de pensar en todo lo que me han hecho; es una forma de ponerme delante todo lo que me ha tocado vivir y querer volverme loca a toda costa, pero no lo conseguirá.