TODOS LOS DÍAS

Todos los días soy observada por el pasado, pero con la intención de seguir haciéndome daño, pero ya va faltando menos para que me vaya y ya no tenga miradas, que me traspasan con la rabia de seguir haciéndome recordar, toda la metralla que me han metido. No tardaré mucho en iniciar mi viaje a lo desconocido, a un lugar, en donde esos ojos, no me persigan para seguir torturándome, con la sombra que despierta el dolor de mis graves heridas.

Lo siento mucho, por las personas que me quieren y porque es duro volver a empezar en otra ciudad, con otro pensar, sola, sin conocer a nadie y conforme estoy, pero tengo que hacerlo por mi bien, pues es demasiado lo que me tienen sedada y cualquier día mi estómago revienta, pero sobre todo, porque  psicológicamente no mejoro.

Siempre he sido valiente a pesar de unos miedos espantosos, pero ahora no estoy igual, pues voy en una silla de ruedas y tengo miedo a la enfermedad y a que mi sueño de niña, no se haga realidad. Es todo un reto tal y como estoy partir desde cero, pero mi psiquiatra me lo ha dicho muy claro, pues empeoro cada vez y no puedo soportarlo. 

Me encuentro metida en el agujero que me ahogó, por eso no encuentro la salida, pero con la ayuda del don que Dios me regaló, para saber a donde dirigirme, ahora ya está todo comenzado y a la mayor brevedad posible, por mis condiciones de los cuidados a domicilio, que debo tenerlos enseguida que llegue a mi nuevo hogar, iniciaré mi traslado con todo arreglado, para volver a una soledad y a la espera de que llegue el final de mis días, si no encuentro una razón, que le de sentido a mi vida.

Soy realista y me doy cuenta de que mi kimbita es mayor; mi gordito también, por muchos años que me duren, no serán más de tres, mi pequeño es mucho más joven, pero cuando ellos se me vayan, será como si me dejaran, los verdaderos hijos perfectos del mundo y que una madre puede tener, sin egoísmos, ni violencias, ni sin respeto u exigencias de ninguna clase.

Ellos me dan su amor incondicional, comparten mi pena dándome besitos y sin apartarse ninguno de mi; se ponen a mi alrededor, para cobijarme con el calor de sus presencias y me quieren con locura; nunca habrá sido bastante lo que he hecho por ellos comparado con lo que me han regalado y me siguen regalando cada día. 

El sábado me voy al cine, de cena y de cafetería, me compraré un microondas, pues lo necesito, para que me calienten la comida; y mientras tanto, intentaré olvidarme de este pequeño rincón, que a pesar de su tamaño, te devora como un tiburón.

Me iré llegada la hora en busca de otra gente, de sus virtudes y de los defectos, pero mi dolor será más suave, a través de la distancia, sin la presencia de quien me fusila y con el paso del tiempo.

Lo dejaré todo en la mano de Dios y que sea lo que Él quiera, me rindo ante sus pies y que decida lo que mejor considere para mi, pues mi vida es suya y contra eso no puedo hacer nada. Cuando menos me lo espere recibiré la llamada de todo a la vez, pues tengo que partir con la vivienda preparada y mis servicios listos, para empezar conmigo, lo único que debo tener es más paciencia, porque todo llegará, para todo lo que tengo en trámites, TODO, TODO, TODO,