LA HORMIGUITA

En medio del sol, que cubría la mitad del campo se ha posado en mi hombro, una pequeña hormiga mientras permanecía quieta. Me puse a hablarle y le contaba muchas cosas, que salían de mi corazón y de mi alma. Le dije: Tengo tanto frío como tú y tampoco tengo nido alguno, que me de calor; el calor del amor verdadero que yo siento y que lo utilizaron como un juego, un juego mortal que me ha dejado sin ganas de seguir viviendo, pero respiro por mis pequeños y por la justicia que espero. Dime hormiguilla: ¿por qué?, ¿por qué no me amaron si entregué el tesoro de todo mi ser?, ¿por qué tanta maldad y tanta protección si fui todo amor con hechos y le daba todo mi calor, mi espíritu y el más puro e intenso amor en el lecho?, ¿por qué me engañaron para conquistarme si no querían amarme para toda la vida?, ¿por qué me eligió con tantos recelos y desconfianzas si lo di todo sin medidas?..........Me duele hormiguita, me duele el corazón y el alma, me duele el cerebro de tantos puñales clavados y se me desangran las venas por todo mi ser; pues me enamoré locamente de esa mujer, por un interior que estaba vacío y un amor como el que ya nadie puede sentir...., pero me trataron sin piedad y me abandonaron con crueldad, indiferencia y alegría.

Nunca he visto tanto odio en una mirada, como la que he visto hoy, me han mirado con los ojos de la muerte y deseándome lo peor, pero me he venido a mi casa en donde me siento protegida, ante lo aterrorizada que me tiene la vida, con sus canalladas y sus mentiras.

Ya no me queda nada, solo aferrarme a la esperanza de que alguien pueda amarme como me merezco, pero ni tan siquiera se si puedo hacerlo, pues ya no tengo fuerzas; me siento sin aliento, llorando de tanto daño como tengo en mis heridas, escuchando el viento, las tormentas, con el terrible fantasma de la soledad que tanto me asusta y me consume en la más triste y penosa agonía. Quiero abrazar, susurrar mis sentimientos más profundos, dar mi dulzura, mi ternura, mi sonrisa de felicidad, quiero traspasar la frontera de lo más grande y bello del universo; necesito ser amada realmente, con la profundidad de una mujer sensible y especial, pero estoy grave, muy grave de tanto cuchillo clavado, que me duele hasta rabiar del dolor que siento tan insoportable.
Hormiguita: Me odio, me odio por haber enfermado, pues nadie quiere la imperfección del sufrimiento, ni de la felicidad al mismo tiempo, la hora de demostrar los verdaderos sentimientos; me odio porque creí y me robaron el corazón sin permiso, convencida de que era mi sueño de amor para toda la eternidad; ahora ya no entiendo nada y estoy a la espera de partir otra vez hacia la nada, pues nada he tenido, nada tengo y empiezo a pensar que ya nada podré tener, solo esperar enterrar a mis pequeños, ver a quienes violaron a mi madre y a mi, en el banquillo de la culpabilidad......, y entonces, marcharme al cielo, con la victoria de haber recibido mi justo premio, para tener lo que en esta tierra no me pueden dar y que tanto quiero y deseo.