Jamás tendré miedo, de gritar al mundo entero, todo lo que han vivido mis propias carnes, sobre lo que me han hecho sin parar, y por eso, no me importa decirlo a los cuatro vientos, porque nunca miento y no se hacerlo. Estoy llena de nobleza y no puedo actuar sin pedir clemencia, para dar la oportunidad de que la gente reaccione, pero cuando sirve para sepultarme aun más y ponerme el letrero de lo peor, siendo inocente y viendo las cosas tan incomprensibles que he visto, de lo que han pretendido hacer conmigo y juzgándome de antemano como a una loca, a la que no se le debía hacer caso, no puedo ir contra mis principios y dejar de luchar por conseguir unos derechos que me corresponden y que se me deberían de dar sin pedirlos. Siempre he dicho que amo la justicia con toda mi alma, pero odio las injusticias, por eso, llegué a darme cuenta de que solo a través de una gran letrada y haciéndole caso, para que ella se preocupara de todo y mi salud no se viera más afectada, sería la única manera de alcanzar lo que me merezco y que me negaban, archivando lo grave y dando rienda suelta, a lo que era de risa y que pone en entredicho a veces la justicia. En mi caso no tuvo la culpa la juez titular, pues si hubiera estado ella cuando me condenaron, no lo hubiera hecho, porque es justa y hubiera visto claro, las incoherencias y la poca vergüenza, de llegar a pedir por un testigo, que era hermano de su sangre y se inventó lo que dijo, que esta señora pidiera también una orden de alejamiento, para toda su familia y que le fue denegada ¡GRACIAS A DIOS!, pero a veces, esos que se creen los poderosos de todo, se encargan de mentir y lo que ellos dicen va a misa y no me refiero a un testigo, que ni tan siquiera debería haber sido admitido, me refiero a quien se encargó de obsesionarse conmigo y me acusaba de todo lo que le daba la gana.
Lo que yo he pasado en este pueblo, gracias a ser crucificada, por los pecados ajenos y siendo la de fuera, me han dejado destrozada, pero con la fe, de que todo llegará, para que la verdad reluzca como el sol tarde o temprano. Nadie me ha visto un ser humano indefenso, todos tenían sentimientos menos yo, todos eran personas, pero yo no era nada ni nadie, lo mío ni era tomado en cuenta, pero perdono y sigo en la brecha, porque se pueden equivocar y rectificar; ahora estoy convencida de que el cambio ha llegado; que todo cuesta su tiempo, es cierto, pero al final, la verdad con pruebas auténticas y sin hermanos que dirían cualquier cosa, harán que condenen a los culpables de tantas agresiones recibidas, pero mi corazón seguirá lleno de amor, para que de todas estas cosas, habiendo adquirido una sabiduría divina y no deseando conocer la maldad, ni la ira, ni la brutalidad, ni los engaños, ni la hipocresía, ni nada de lo que he vivido aquí, pueda seguir creyendo en mi amor verdadero; solo partiré con una lección muy cruel, para que crezca en espíritu y allá donde vaya, puede ser yo misma y repartir mi cariño, como lo he hecho siempre, intentado ayudar a los demás.
Es una verdad muy grand
ResponderEliminarHasta el viernes
Gracias cariñet por animarme, pero es lo que siento. Un besazo
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