NOCHE MÁGICA Y UN FINAL CON NOTICIA TRÁGICA

Ayer estuve por ahí, hasta las tres de la madrugada en la que llegaba con mi amiga a casa y me lo pasé bomba, pues habíamos aterrizado en el planeta tierra y todo era diferente, especial, mágico, alegría, educación, respeto y la gente iba a sus cosas y no con la lengua fuera hacia la de los demás, pero el final fue trágico en Albacete debido a las escalofriantes noticias de un hecho real y que demuestra, lo mal que está el ser humano.

En primer lugar nos fuimos a Imaginalia y allí me compré el microondas; se notaba la crisis, debido a los comercios que se habían cerrado y porque en un principio, no se veía mucha gente; posteriormente nos tomamos unos cafés con leche y unos crepés de chocolate riquísimos; a continuación compramos las entradas y nos dimos unos paseos, hasta que entramos en el cine y no paré de llorar, al ver lo que ocurrió realmente con la agresión del Sunami, mientras penetraba en el sufrimiento de una familia que se salvó, y que fue la que originó el guión sobre ellos mismos, que se salvaron milagrosamente. Jamás he presenciado tanta rabia en la naturaleza y desde luego tengo claro, que la misma, se quitará al hombre de encima, pues nada que es maltratado no responde y se defiende, ante los avisos que envía, por el gran reto del cochino dinero, que está haciendo añicos a lo que tanto necesitamos, pero el árbol de la vida lo hace así y las personas, por los medios adecuados. También lo que es el verdadero y profundo amor de una pareja y de sus hijos, algo que ya no existe en la grandiosa mayoría y que me llenó de una pena muy grande, pero no me arrepiento de haberla visto, porque es para ir y no perdérsela, pero la verdad cala, a quienes somos  muy profundos y auténticos.

Cuando salimos, cenamos comida turca y entonces estaba repleto el centro comercial, ¡vaya cosa buena lo que probé por primera vez!, pero no aconsejable de continuo por la salud, aunque el que pueda, es para repetirlo en bastantes ocasiones. Como ya se puso a llover nos marchamos hacia el pub, pero nos metimos en una terraza a tomarnos un cortado, para hacer tiempo; allí conocimos a Mercedes y a Ángel, dos hermanos maravillosos, guapos de verdad por dentro y por fuera, simpáticos y unos encantos a la hora de dialogar; Mercedes una chica rubia lindísima con la que no apetecía terminar de charlar y Ángel un escritor de pluma de oro, cuyas palabras son como la inmensidad de los mares y la altura de las grandes montañas, pues los sentimientos le salen sin pensar, en una inspiración llena de amor, que se manifiesta en donde hay brillantes espirituales que se llevan escritos en la cara y en la mirada; los dos eran encantadores y nos hubiéramos quedado allí de lo a gusto que estábamos con ellos, pero volveremos a verlos seguro, así como el triunfo que tendrá el libro que está escribiendo Ángel, porque se lo merece.

Por último entramos en el pub, nos invitaron y estuvimos muy poco rato, pues todo era juventud y aquello no iba conmigo; comprendí que no voy a poder enamorarme ya nunca, que jamás podré tener a nadie en mi lecho, pero por lo menos estaré fuera de este túnel lleno de terror, que me arrastró hasta dejarme hecha un asco y podré tener amigas nada más. Me di cuenta de que ni mayores ni jóvenes, quieren el amor verdadero, pues ya nadie cree en él y no puedo estar con alguien si no me siente parte de su ser y yo sentirla de la mía, pero por amor y no intereses u otras cosas; si lo hice una vez, fue porque me engañaron con una gran inteligencia maliciosa y convencida, de que a ciertas edades la gente ya no es igual, pero me equivoqué y me dieron una lección inolvidable, una lección que probablemente me acompañe el resto de mis días, pero por lo menos, no me castigarán continuamente con la presencia de un pasado, que no desea permitirme superar el daño tan grande que me ha hecho y que está grabado en todo mi ser. Todas esas conclusiones las saqué tras conversar con alguien metido en el mundo gay-lésbico y reconozco, que me he aferrado a una esperanza, porque necesito sobrevivir, pero con la aceptación de que no se hará realidad mi sueño, pues tan solo tengo pesadillas y no me imagino con otra, entregándole lo que ya di por entero; tengo desconfianza, me es imposible, no puedo y no me quiero poner una venda, para no ver la realidad de mi interior, cubierto de lanzas de fuego, cuchillos bien afilados y las marcas de quien me destruyó, clavándomelos con la traición más cruel y unos hechos de auténtica demonio.

Solo quiero irme, irme para que nadie sepa de mi sufrir, irme para estar tranquila con mis pequeños, irme para morir de pena el día que me falten, irme para esperar día tras día, partir hacia la meta final, eso es lo que se me espera, pero por lo menos fuera de aquí.

A la vuelta llovía a rabiar y nos tomamos algo, en espera de que parara, pero la noticia que nos dieron era trágica y de locura; un hombre con dos escopetas y una pistola, iba matando por la calle; llegaba a la capital desde las afueras de Albacete, se cargó a una niña de catorce años, a dos hombres y otro que está muy grave en el hospital y el despliegue policial era absoluto por la carretera de Jaén. Nada tiene lógica ni sentido, las mentes están rotas, no hay más que vacío, sexo, drogas, delicuencia y a este paso, estamos marcando nosotros mismos un final del mundo, que será inevitable con tanto desamor y tanta superficialidad, ya que quedamos muy escasos los que somos así de especiales y diferentes, como también lo es la naturaleza que Dios nos regaló...., y que se defiende a capa y espada.

Gracias amiga Isa, pues eres buena y un todo terreno y eso que no eres más que una amiga, porque la que creía mi pareja hasta la eternidad, no hizo algo así jamás, ni tan siquiera para ir conmigo al hospital, pues pertenezco al grupo de las utilizadas y cuando ya no le servía, utilizaron los malos tratos, los cuernos y la traición, para tirarme y ponerme en otro infierno, para ser más destruída e ir poniéndome de lo peor; alimañas sin entrañas, que solo se aman así mismas y son tan catetas, que piensan que ir a un psiquiatra es de estar locos o locas, por eso, aunque a veces tengamos discusiones tontas, no sentimos rencores, nos tenemos cariño, seguiremos con nuestra amistad cuando me vaya, porque somos las mejores y tenemos sinceridad y no la hipocresía, del mundo actual.

Mercedes y Ángel con todo mi afecto os recuerdo e iré a la cafetería vuestra, para volver a saludaros y espero Ángel tener el placer de leer tu libro cuando lo acabes.