DETRÁS DE UNA SONRISA

Detrás de una sonrisa, se pueden esconder muchos pensamientos e incluso personas que no son lo que parecen. Están las sonrisas sarcásticas, que demuestran la perversidad que puede haber detrás de una persona; la cínica es la burlona que se cree victoriosa de sus maldades; la sonrisa teatral que parece real, puede ocultar la preocupación o la desgracia, que le ha caído a alguien en contra suya y no lo quiere demostrar por orgullo o prepotencia; la sonrisa del asesino, que esconde una personalidad criminal y se muestra aparentemente simpático y está planeando algo; la sonrisa hipócrita de las que te clavan los puñales por la espalda. La sonrisa verdadera es espontánea, se nota, se transmite y se reconoce por el Señor, pues sale de un corazón rico en amor y la blancura del alma. Solamente la gente de trigo limpio expresa la realidad de cómo se siente, si en un rato tiene alegría lo demuestra, si está triste también, si está enferma la sonrisa se manifiesta con la tristeza en los ojos, si es de amor se nota enseguida, pero esta sonrisa es regalada del cielo a las que son personas buenas, nobles, profundas, sensibles y cuyos sentimientos no engañan a nadie, ni conocen al maligno, pues lo rechazan de inmediato y solo alberga en sus espíritus la sonrisa gloriosa del amor de Dios. La sonrisa no siempre es demostración de felicidad, ni tampoco de ser buenos o malos, por eso hay que tener cuidado, porque el demonio adquiere distintas formas con sus elegidos y no importa si son feos o guapos, pues cuando no hay nada en el interior humano.....la mona aunque se vista de seda...mona se queda.