HE ABIERTO LOS OJOS

La sombra del pasado, me mira y se me come como si me deseara, creyendo que me puede volver a confundir y caer en su tela de araña, pero ya conozco sus trampas y no caeré en ellas. Solo pretende desconcertarme, y si pudiera, intentaría hablar conmigo, para engañarme otra vez y convencerme de que soy yo a la que ama y que se ha dado cuenta ahora, pero todo sería una nueva mentira, para convencerme de que sus allegados culpables y ella, no tengan que pasar por un juicio, en el que pueden perder más de lo se imaginan, pues se van a quedar con la boca abierta de lo que presenciarán; para eso tengo una excelente abogada penalista, que llegará hasta donde haga falta, para recibir mi justicia merecida que relucirá como la luz de la luna nocturna, acompañada de las estrellas, que entonces cantarán para mi y mi madre, una canción especial de Amor y del tesoro de la justicia.

No me fío de esa mujer ni un pelo, me ha demostrado lo que es y desde luego de trigo limpio no tiene nada, solo le preocupan las mentes pervertidas, que se ensañaron a placer por culpa de sus habladurías llenas de injurias, calumnias, difamaciones, lo que me quitó, tener su rollo sin respeto de ninguna clase estando conmigo, y que por su culpa, robándome toda la confianza que puse en sus manos con engaños, lo utilizaron todo, inventándose lo más salvaje para hacerme enloquecer.

No, no caeré, me ha enseñado bien la lección; que se convierta en mujer loba con la luna llena y que devore si puede y lo consigue, a otra mujer, al fin y al cabo tiene fama de lo que ha querido ocultar y el único consejo que recibo es que no se me ocurra volver con una mala persona como esa, que me tiró de su lado para meter a una presa, más lista, morbosa y promiscua, que va de nido en nido y a ella le dejó bien satisfecha, para salir de estampida. Siempre he odiado la infidelidad y tener que utilizar los malos tratos, para deshacerse de quien sabía que no la abandonaría nunca, por eso me hacía la vida imposible y me acomplejaba, porque aquella otra, igual  que ella, esperaba entrar y mi presencia molestaba.

Ahora quiero vivir en paz, marcharme a la capital casi todas las semanas y disfrutar con mi amiga comiendo, tomando café, yendo de compras y regresando a mi casa, habiéndome olvidado de todo por un día.

Se cazan a los animales, pero yo soy una persona, un ser humano, que no pisará la trampa, para destruirme a placer otra vez y tirarme a la basura en cuanto sacara lo que le interesa.