LA CARA DE LA IRA Y LA AUTODESTRUCCIÓN

Hoy he podido ver de cerca, la reacción de quien me acecha y ha descargado todo su odio, rabia, impotencia, maldad, ira y una mirada de fusilamiento en quien si pudiera me colgaría de un árbol, porque ya no puede engañarme, para caer en su trampa y querer utilizarme para lo que le interesa, que es quitarle la denuncia a los que conoce muy bien y que sabe todo lo que me han hecho, empezando por ella. Sus ojos eran destructivos y llenos de amargura, de que todo le sale mal y que quien tanto creyó que caería rendida a sus pies, ni tan siquiera la quiso como amiga y solo la utilizó para darle placer y salir corriendo, para desaparecer y no querer ni recordarla; se monta sus mentiras para consolarse y jugar a creer que me hacen algún efecto y es como una niña malcriada, pero mayor y con una edad avanzada; que haya fracasado siempre, sea traidora y después vaya de víctima, por el mal del que está poseída no es casualidad. Me ha dado lástima de ver a un ser tan solo y acabado, porque se la come la impotencia de que ya no volveré jamás con ella. Lo que lleva reflejado en la cara no lo puede disimular y es que está amargada de verse con tanta soledad y con problemas muy gordos que afrontar, sin la ayuda de quienes tanto presume que la quieren y nunca lo han hecho. Está enferma, pero enferma de verdad, por eso no se relaciona con nadie y se consume con sus fracasos y descubrimientos entre las cuatro paredes de su propio infierno. Sufre la peor discapacidad que un ser humano puede tener, la falta de corazón, la mala educación y sobre todo el veneno de la prepotencia, que lleva como una bomba de relojería a punto de estallar. Ahora comprendo su forma de vida, y como es en realidad, pero yo no le voy a denunciar de nada más, porque aunque me busca como una loca, no conseguirá lo que se propone, pues ha sido la mejor profesora, para enseñarme la más cruel lección de quien carece de interior y se está consumiendo por el veneno que lleva dentro y la está consumiendo.

No podría volver a confiar en esa mujer, es de las que apuñalan por la espalda, tiene una malicia exagerada y no sabe hacer la o en un canuto, porque ni es natural ni sencilla, solo es una acomplejada que para disimular, se pone su coraza de elevada autoestima, cuando en realidad está llena de complejos y no los reconocerá en su vida, porque el orgullo la guía y la lleva a la ruina de la desgracia y de pagar sus facturas.