LOS QUE ELIGEN SUS DESTINOS

El destino es algo de lo que yo estoy convencida, que nacemos con él marcado, pero por la libertad que nos da el Señor en muchas cosas nos lo cambiamos nosotros mismos, al elegir el mal, en vez del bien. Desgraciadamente, es más contagioso lo primero que lo segundo cuando se es pobre de espíritu, y rico en la obsesión por la perfección, el materialismo y los placeres carnales, en los que basan el amor verdadero.

He escuchado en alguna ocasión a gente mayor, que han lanzado una exclamación diciendo ¡ y pensar que dejé a un hombre bueno y que me adoraba, por este zángano que tengo!, y son los lamentos propios de empeñarnos en amar a quien no nos ama, y solamente nos ilusiona, pues como siempre digo, el cuerpo sea de quien sea, se marchita, pero sin embargo, el alma florece de belleza cada día y no envejece nunca, un interior que es lo que perdurará para siempre y no habrán martillos ni armas que puedan destruir al verdadero y auténtico amor, si lo sienten dos personas a la vez. Hacer el amor, lo que se dice el amor, es solo el preámbulo del verdadero amor, que comienza después, cuando sigues amando con un abrazo lleno de sensibilidad, dulzura, sentimiento romántico de ti misma, unas bromas y un diálogo, un beso delicado y apasionado, para transmitir el calor de todo tu ser a la persona amada y quedarte dormida, mientras ella te corresponde con su expresiva mirada, al despedirse la pareja con un buenas noches amor mio, que descanses y un hasta mañana si Dios quiere; un despertar buscando esa unión de dos almas y la mano que acaricia tu cara, para volverle a decir con la mirada, te quiero y no podría vivir sin ti; así y hasta con un silencio que lo grita todo se pueden decir profundidades hermosas de una relación imperfecta, cuando está basada en la sinceridad, haciéndola maravillosa. Todo ese vivir del día a día, es lo que hace una realidad de pareja al caminar juntos en todo y que dure hasta que la muerte los separa, en seres humanos capaces de amar en lo bueno y en los problemas

Todo es para siempre si se ama de verdad, todo dura cuando hay una cadena indestructible, todo se vence cuando se sabe lo que se ama por encima de todo, ves el tesoro que tienes de pareja, cuando la miras a ella y te olvidas de los que la quieren destruir y te enfrentas a quien sea para defender tu felicidad, por encima de quien sea.  Eso es amar de verdad y lo demás son cuentos chinos, que acaba en menos que canta un gallo; pero esas personas especiales escasean, yo soy una de ellas, pero creo en los milagros y aparecerá mi verdadera alma gemela.

Yo pensaba que mi destino era una mujer inexistente desde el principio, pues era su partida en el juego de su forma de pensar, algo que desconocía al engañarme para conquistarme, pero eligieron otro, por el que suspiran y se lamentan, y con la soledad de sus cuatro paredes miran la luna, añorando su presencia, porque se marchó volando lo que nunca aterrizó, pues más vale caer en gracia que ser gracioso. Poner un mundo entero en las manos de otra persona variable e inmadura, es tirar brillantes a los cerdos, porque se los comen destruyéndolos sin miramientos ni contemplaciones, y acaban arruinadas, mirándose el ombligo y no reconocer que sus fracasos, son fruto del vacío interior que llevan consigo.