DEBE SER MUY DURO

Debe ser muy duro para una madre, descubrir la mente perversa y mala de una persona querida y su pareja, al descubrir la verdad, de lo que han sido capaces de hacer, sin pensar, que existen los jueces de la tierra y de los que se han burlado también. Ella tuvo una maldad premeditada, pero probablemente influenciada por la familia tan materialista y maliciosa que tiene al lado y que nunca han hecho nada por ella. Ahora todo se ha vuelto en su contra y no escuchó los consejos que le daba, pues yo era la única que la amaba de verdad y le advertía de lo que le ocurriría. Engañarse uno mismo es de ser bastante tontos, pues por mucho que se justifique la conciencia, cuando se hace realidad la justicia divina, se descubren cosas que no se quieren aceptar y en la soledad absoluta de la realidad, se va reflejando en el rostro, la preocupación, la rabia y sobre todo el orgullo que va carcomiendo y matando lentamente el espíritu, para aparecer la cara estropeada del sufrimiento por no saber hablar, reconocer los pecados y pedir perdón. Lo triste es no consultar también, si es de ser decente engañar a la pareja marchándose de viaje para tener su rollo, traerlo enseguida, burlarse cínicamente, creer que es la mujer soñada por el sexo y desaparecerle volando sin dejar rastro ni nada. 

De esas cosas también se puede aprender y comprender muchos sentimientos erróneos, confundidos completamente, porque en la vida se cometen muchos errores y si eres profunda, reconocerlos y adquirir madurez y sabiduría. 

A ella la he perdonado, no le guardo rencor y no la he denunciado por salir a mi encuentro, solo he ido al juzgado para explicar todo, pero sin nada más, porque no me fío de sus trampas y sus desconciertos de niña pequeña, siendo tan mayor. No me explico por qué me preocupa que esté sufriendo, a pesar de presumir de todo lo contrario, cuando ella me trató como a un animal y se deshizo de mi, para decir primero que yo me había querido independizar por una pequeña discusión y luego que no aceptaba una ruptura, porque el amor es un juego en donde a veces se gana y otras se pierde....pues ahora sabrá que la perdedora de un bueno y verdadero amor, fiel, noble, que puso su vida en sus manos, confiando sin tapaderas y que la valoraba como nadie en el mundo y que jamás han sentido hacia su persona sus otras amantes, ha sido ella y eso lo sabe.

Cuando quiera darse cuenta, morirá sola y nadie le responderá como cree, pues el dinero es muy conquistador y si ya no se tiene, con el tiempo se ven los resultados de que se ha perdido el interés con los hechos, pero no con las palabras, que son de papel y se las lleva el viento.

Hoy me siento tranquila, pues he hablado con mi abogada, que además de guapa y cariñosa, es de las mejores y con un par de ovarios, que se dejará toda su profesionalidad en conseguirme la justicia que me merezco, para que esas mentes salvajes, paguen el estado en que me han dejado y la triple medicación que tomo, por culpa de ellos.

En mi vida volveré a entrar en un chat, jamás quiero volverme a enamorar, pues en el mundo del lesbianismo, desgraciadamente no saben, ni pueden amar casi ninguna y son bastante promiscuas, pues van de una a otra, con la misma facilidad con la que se cambian de bragas, pero lo más chocante es que por acostarse con otra mujer estando casadas, no lo llaman infidelidad, le ponen el nombre que les apetece, cuando es lo mismo que si lo hicieran con un hombre. 

El ex marido ni me mira a la cara, pero eso no me importa, pues da la casualidad que tengo las grabaciones de muchas confesiones y el testimonio de quien escuchó gritar como a una loca a quien lo contó todo porque iba ciega, además de agredirme y amenazarme con cortarme las piernas y darme una paliza de muerte. Confío plenamente en que la ley se aplicará esta vez, y recibirán su pena con la verdad, y no como yo, que con mentiras y traiciones, me llevaron ante un juez y me condenaron siendo inocente, pues es de risa y de juzgado de guardia, que una mujer que se ha quedado en silla de ruedas y está indefensa, tenga que ser la que huya, cuando sale a verme todos los días y encima me habla, para decirme que no hace falta que me vaya, porque le tengo temor, pero ahora me espera a escondidas, para gritarme que no puedo pasar por una calle para ir a la cruz roja, sentándose adrede para que llegara a su altura, cuando ni la había visto ni puedo salir corriendo. Si todo ésto no es de película de terror, yo soy Agustina de Aragón.