¡AY SEÑOR!

Cada vez me gusta más estar aquí, pues vivo muy tranquila por fin y cada vez conozco más gente, la que me interesa la cojo y la que no es digna de mi, pues ni fu ni fa.

Acabo de llegar del supermercado y las chicas me han colocado la compra en la silla y con mi mercedes he entrado en mi casa y ya me acabo de acostar, estuve tomando mi café con leche para toma la medicina y ahora me pondré una de mis series favoritas, para distraerme un poco, pues dentro de una hora me llamarán por teléfono y me pongo a charlar con mis amigas de Albacete, que me hablan para saludarme y recordarme que me esperan.

No las traigo todavía por aquí, porque alguien se encargaría de espantármelas, aunque ya les he contado lo famosa que me han hecho algunas personas y no tengo miedo, solamente que prefiero estar instalada en mi nueva casita si Dios quiere.

Mi teléfono no para y a veces me duermo y me tienen que colgar, porque caigo sin darme ni cuenta, pero por lo menos mi gran doctora me ha quitado las pesadillas y eso hace descansar mi cerebro.

Ya tengo mi tarjeta de la renfe, para irme a Toledo y pagar mucho menos y estoy como una niña pequeña, de la ilusión que me hace conocer dicha capital y a la persona tan buena con la que hablo.

Ya me queda poco para que todo se vaya solucionando y sobre todo, haber si me notifican del juzgado mi caso y sale el juicio de una vez, para que todo acabe y se declare culpable a quien se lo merece, por todo lo que me ha hecho.

Estoy rodeada de mis pequeños y cada día son más felices conmigo, mi gordito ya no se esconde y estamos todos junticos, nadie les prohibe nada y son como personitas, que se dan cuenta de todo y no me hacen ni un pis en la casa, me dan todo el cariño de sus corazoncitos y me cuidan, porque saben como estoy. Son un ejemplo a seguir y no puedo creerme que no tengan espíritu, pues solo les falta hablar como nosotros los humanos, aunque a su manera me lo dicen todo. 

Ahora cuando venga mi amigo de Valencia, me los baña, me los cepilla, les pone colonia, los tengo con sus cuidados y llaman la atención de buenos que son.