DESDE MI SILENCIO

                                                        

                                                                                                         




Guardo un terrible silencio en mi corazón que me lleva al recuerdo de momentos felices, vividos como un sueño acabado en pesadilla.

Me empeño en disculpar y no ver la realidad, confío en un cambio y sé que no llegará y por mucho que lo intento me es imposible olvidar.

Cuánto más empeño pongo en borrarlos de mi vida, con más fuerza me entristezco al no saber nada de su vida.

Cada cual ha seguido su camino y todos siguen andando sin mirar hacia atrás y yo vivo el presente y lo que le puede pasar. Nadie piensa que existió y que formó parte del equipo y mi pena aumenta porque ahora está en un hoyo.

No lo reconocerá jamás porque el orgullo se lo impide, es más fuerte que un ciclón y aunque sea sensible, si le has hecho daño se aparta y te guarda rencor ¡no puede perdonar!.

No piensa en el que pudo hacer por su parte ni tampoco que se pueda querer así, pero sabe que sobre todo y por encima de mi, le deseo lo mejor y que sea muy feliz.

Quizá algún día recuerde que soy persona y estoy aquí y si eso ocurriera sería un milagro de Dios que sabe ablandar un corazón cuando es de piedra. No quiere sufrir y ahora se cree que le va mejor así.