MI GRAN INTERROGANTE

Ya va faltando menos, para conocer la respuesta a mi gran interrogante, un interrogante, que me devolverá la esperanza y la fe, en que existe lo que tanto he amado siempre, aunque falte mucho en que mejore todavía. Estoy animada en que sea un hacia adelante, pero pase lo que pase, aceptaré la voluntad de mi Padre Celestial, que sabrá los motivos y el porqué lo hace. 

Hoy, ha estado lloviendo todo el día, pero no hacía casi frío, por eso, tras limpiarme a fondo la casa mi asistenta y asearme a mi, salí a comprar lo preciso con ella y se marchó a su casa.

Esta tarde, hemos tenido salón de belleza, pues ha bañado, cepillado y perfumado a mis pequeños; he disfrutado, viendo como los duchaba en el patio, con agua calentita y los secaba después, se han portado de maravilla y ahora, duermen limpitos y muy guapos a mi lado. Después de ellos, me ha tocado a mi y me ha depilado toda, para dejarme cenada y también acostada. Se ha ido ahora muy contenta, porque ha sido día de cobrar, por los servicios que me prestan los fines de semana, entre ella y su madre, a la cual le toca venir mañana.

La semana que viene, ya comienzo con mis 15 horas de ayuda a domicilio, por parte de los servicios sociales, saldré a pasear lo que me toca, con mis pequeños y mi auxiliar, pues la muchacha que tenía, ya no puede venir y el martes tras salir de la veterinaria nos despediremos. Ahora, que ya conozco a través de mi amiga Begoña, el autobús que sale directo desde aquí a Valencia y viceversa, iré a pasar el día con ella de vez en cuando y veré a otra buena amiga, que está esperando a su primer hijo, aunque con reposo y muchas atenciones. Lo que es real con hechos, es lo bueno y auténtico, pero no las palabras, que se las lleva el viento, cuando salen de la boca de gente embustera, que no conocen ni el significado de la gratitud, ni de la valentía de reconocer que están enfermos y se refugian en su guarida, para no enseñar el rabo agachado y entre las piernas. Esta última frase, se la dedico a alguien muy especial, para añadirle, que por la boca, mata y muere el pez, así que si entra a leerme, se la aplicará enseguida, pues se dará por identificada esta persona, que ha elegido el sendero de la porquería.

Mi conciencia, está blanca y muy limpia, pues odia la suciedad y necesita sentirse tranquila y reposada, pero hay que tenerla así, para saber diferenciarla de la que huele mal y está negra, por eso, el que no dispone de ella, jamás reconocerá nada, pero yo me he hecho rica con mis lágrimas, que han sido diamantes derramados, por quienes me han demostrado que no valen nada y son dignos de lástima.

Gracias a Dios, no estoy sola, pero caminar por la vida cogida de la mano de un amor verdadero, es estar en el cielo, aquí en la tierra; no necesitas morir para saberlo, pues nada hay más precioso y bello, que siendo dos, los senderos de la vida tanto lisos como con baches, sean perfectos en su más grande esencia.