LA IGNORANCIA ES MALA EN LOS ORGULLOSOS MALICIOSOS

La ignorancia humilde no es un defecto, pero si va acompañada de orgullo y una gran maldad se cometen acciones, que a veces pueden ser muy graves, suelen tenerla las personas con mentes criminales, que se recrean menospreciando a los demás, hasta que se ven delante de las consecuencias, al caer en sus propias trampas, llenas de veneno, recochineo y una perversión, propias de cerebros rotos, criadas desde la peor educación y consentimiento del mundo, gente que se convierte en los propietarios de todo lo que no les pertenece, y dominan hasta el punto de ser violentas, agresivas, vagas, no saben hacer nada, solo buscan lo suyo, y a la hora de la verdad, son incapaces de sacrificarse por nada ni por nadie; la realidad es que tienen síntomas de retrasadas mentales o de alguna enfermedad desconocida, porque suelen entender mucho de darle al sexo, pero de nada más, no saben dialogar, no pueden tratar de ningún tema y pueden llegar a ser verdaderos demonios, cuya actuación les lleva a caer en sus propios cepos y son acompañadas por sus almas gemelas allegadas, que son iguales o peores. Lo más importante de ese orgullo es no reconocer lo que tienen y creer que un psiquiatra es para los locos, porque no saben ni escribir la h del verbo haber, pero de ciertas partes del organismo son auténticas profesionales, desesperadas por comer, pero a costa de los que son como ese tipo de personas. Gente degenerada y que son mentirosas compulsivas, que se llegan a creer lo que dicen, para descansar tranquilas, sin conciencia, sin escrúpulos, sin humanidad, sin nada en sus interiores, vacías de todo, menos de fluídos asquerosos de tantas relaciones mantenidas, con desconocidos o desconocidas; personas a las que reconocen los que saben quienes son y que por detrás las ponen de ninfómanas, trastornadas, escuerzos y toda clase de apodos, porque si encima viven en un lugar pequeño, son tapadas y defendidas por las propias familias que se unen en esos casos, para salvar una reputación que ya tienen y que utilizan los chismosos a escondidas, cuando entre ellos mismos se han puesto verdes a las espaldas y presumen después de lo que no tienen, propio de esas mentiras compulsivas, para taparse y creer que es verdad lo que anhelarían, pero que la realidad es una soledad espantosa, mucho peor que la mía. Yo pronto me iré, nadie se imagina la grave depresión que padezco, por culpa de los desaprensivos que me han destruído, pero son de aquí y yo la de fuera, ya no importará los restos que se queden de mi, porque me voy al lugar que me corresponde, dentro de una sociedad distinta en donde gente así, pasa desapercibida al ser una capital; daría algo porque fuera mañana mismo, pero tengo que aguantar un poco y me llegará el premio que me merezco, pero habrá quienes se quedarán lamentando el aburrimiento sin mi presencia, porque no podrán seguir riéndose, ni torturándome, pues mi salud está por encima de todo y ya me maltrataron bastante. Casas Ibañez mata con la lengua, son asesinos en potencia, que se llenan de felicidad a costa de crucificar a la persona elegida, por culpa de la peor persona que he conocido en mi vida, por eso no deseo mezclarme ni verme rodeada, de la gran gentuza que abunda en estas calles y que deben juntarse entre ellos, porque son iguales; por supuesto no hablo del cien por cien, pero es triste reconocer que son demasiados los virus contagiosos y pocos los antídotos. No os aconsejo venir por aquí, a no ser que sea para ver la plaza del pueblo y comprar vino, queso, miel o embutidos caseros, pero una vez los adquiráis no se os ocurra quedaros a vivir aquí, porque os convertiréis en iguales, o moriréis fusilados por ser forasteros si sois sensibles, cultos, nobles y no conocéis la maldad.