Lo que voy a exponer: Es lo que pienso y cómo lo siento yo, en cuanto al pagar por perros de clase muy alta, porque cada uno es libre y además, personalmente, los amo exactamente igual.
Jamás de los jamases, pagaría por tener un animal de pura raza y precioso para lucirlo, como lo tienen algunas gentes, pues habiendo callejeros, y esos, que están esperando su muerte por culpa de los desaprensivos, que no quieren ni la camisa que llevan puesta, prefiero salvar a esos pobrecitos, que incluso los hay de raza, antes que pagar caprichosamente, para llamar la atención con la mascota de lujo, porque los mestizos o encerrados no merecen la pena. Eso es algo, que nunca me ha pasado por la cabeza, porque los míos, son tan bellos e inteligentes como puedan serlo los otros, pues los he criado como si fueran mis hijos y me siento orgullosa, del amor que les he dado y del que me dan sin esperar nada a cambio. Hay mucha gente que paga por ese motivo, no todos desde luego, pero los hay que solo nombran la clase y se olvidan de los que la tienen muy alta, pero no son dignos de llamarse de pura raza. De pura raza son todos, porque responden según se les crían, ya que nunca podré comprender a quienes los tienen solicos en naves o campos todo el día, sin el calor que tanto necesitan como es ver a sus amitos y compartir con ellos el calor de sus vidas. Mi Kimba, me salvó la vida una noche, es de una inteligencia superior a la normal, lo habla todo y me mira de una forma, que me impresiona su profundidad al parecer una persona; mi pequeño es más joven, es más juguetón, le gusta hacer amiguitos y está muy enmadrado, es celosín y quiere mandar sobre Kimba y mi gordito, pero todo se queda en nada, pues se quieren mucho y el tamaño del mayor no necesita gruñidos. Ayer, cuando regresaba con ellos a casa, me paré en un portón enorme, viejo, roto y con algún agujero, porque el llanto desconsolado de un animalito, que estaba allí, me rompía el corazón de pena; Me puse a hablarle, a decirle cosas bonitas y a darle cariño, y el pobrecito, se calló enseguida, porque le gustaba escucharme, me sentía triste de no poder verle, pero el rato que estuvimos con él, le sirvió para calmarse y ni llegando a la esquina se había puesto a llorar otra vez.
Si me tocara la lotería, que es por lo único que quiero comprar un décimo, no dudéis que me haría con una granja enorme, los iría recogiendo a todos, daría unos puestos de trabajo y tendrían mi amor uno a uno y jugando a la vez todos conmigo, porque son una obra divina y los que realmente me han demostrado, que son más humanos y racionales, que los llamados personas....
Hola Carmen,tengo cerrado los comentarios porque no me encuentro bien y desde hace unos días no puedo contestar tan rapidamente como estoy acostumbrada y te contesto por aquí a lo que me has escrito ahora,
ResponderEliminarCarmen me has asustado pero no te preocupes todo te saldrá bien porque aún no has cobrado tu recompensa esa que la vida te debe y la vida no se queda con nada de nadie y paga y cobra y a tí te toca cobrar ese vale de felicidad porque lo pagaste con creces y no estás sola ya quisieran mucha gente tener a ese amigo que tu tienes y que se llama Dios,ese privilegio no lo tiene mucha gente.
Estoy segura que todo saldrá bien,estoy bastante segura.Besos y abrazos:):)
Totalmente de acuerdo amiga. Mi perro es adoptado y salvado de morir y lo quiero un montón.
ResponderEliminarAbrazos
Si, Julia si, y te estará hasta que muera devolviéndote con creces la vida que le salvaste, porque tienen el don de la gratitud, que no poseen muchas personas. Desgraciadamente viven muy poco, por eso me desespero pensando, que mi kimba ya tiene 13 años y no me durará lo que yo quisiera. Un abrazo
EliminarQuerida amiga: Gracias por preocuparte y espero de todo corazón que lo tuyo no sea nada. También estoy convencida, de que cuando salga de este lugar, encontraré gentes diferentes y que mi salud no seguirá empeorando. Ya te contaré lo que me dicen en el hospital, pues mis defensas han desaparecido y lo recojo todo, así que me quedo en casa o me voy al campo, pero como bien dices, la fuerza sobrenatural del Señor que vive dentro de mi, se encarga de que no me mate nada por ahora....
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