MI ÚLTIMA NAVIDAD

Pronto, entraremos en la Navidad de cada año, una navidad, que debería permanecer en los corazones, cada día de nuestras vidas, pero como es tradicional, son unas fiestas que para muchos son alegrías y para otros tristezas, pues son momentos en los que recuerdas a quienes ya no tienes a tu lado, y más, si encima se fueron al cielo coincidiendo con ellas. Para mi este año, van a ser muy especiales, porque son las últimas que si no me pasa nada, las viviré aquí, aunque sola, con la esperanza y la alegría de marcharme, sabiendo, que volveré a resucitar, para volver a ser la Carmen que era, antes de que me enfermaran gravemente a nivel psicológico y que me ha repercutido mucho físicamente.

Ya no quiero pasados en mi vida, quiero un presente, basado en cuidarme, disfrutar con nuevas gentes, con todo lo que ahora se, con prudencia, astucia, como si naciera de nuevo, pero ya mayor; quiero relacionarme y luchar por ayudar con mis conocimientos a gente como yo, quiero abrir mi corazón al amor, y si llega, valorarlo como ella a mi y darme otra oportunidad, sin condenar a todas por una, que me salió canalla, vil y lo más ruin. Como me dijo en aquella ocasión en el hospital, la doctora psiquiatra de malos tratos, que pueda gritar en voz alta y contenta ¡bendita la hora en que me dejaron tirada y no seguí recibiendo malos tratos!, ahora ya tengo claro lo que quiero, lo que no buscaré y si tiene que ser aparecerá, lo que he aprendido, lo que me ha dado mi amiga, que se vendrá en mi corazón y todo será diferente, los errores que no volveré a cometer, pero eso si, seguiré llena de amor y no esperaré nada de nadie, para no sufrir y cuando reciba sorpresas, celebrarlo con una sonrisa de parte a parte, como regalos caídos del cielo. Esta noche estoy contenta, pues el resto que me quede de vida, lo intentaré saborear al máximo, convencida de que alcanzaré la felicidad que se puede tener en la tierra, con el nuevo sol que me espera, nuevos paisajes, nuevas caras, nuevos lugares que visitar y cuando muera, estoy segura de que será en compañía de alguien, que me hará olvidarlo todo y solo serán cicatrices de una espantosa caída, que ni tan siquiera recordaré.

Mi amiga vendrá a verme cuando pueda, yo también vendré a su casa alguna vez, pero sé, que se alegrará inmensamente, si me enamoro de una verdadera mujer, y no me cabe la menor duda, porque me desea lo mejor.

Ahora voy a dormir, estoy muy cansada, pero le dedico este artículo a ella, porque hablamos, nos queremos y nos respetamos, pero si nos hacemos daño, o yo por mi depresión y mi trauma, ya veo donde no hay, se pedir perdón, porque me doy cuenta de que estar enjaulada, sepultada y condenada, siendo inocente, me empeora y me hace llorar, diciendo cosas que no siento, porque estoy desconfiada y de no haber conseguido la ayuda, para sacarme de aquí, hubiera acabado loca de verdad.