Hay gente miserable, que para justificarse y sentir sus conciencias tranquilas, cambian los hechos de las historias y se ponen de víctimas, cuando no saben ni conocen lo que es la decencia de reconocer, que son unas insociables, que manipulan, que roban, que matan a placer, que carecen de escrúpulos y que no soportan a las personas enfermas a su lado, entonces te hacen de todo y celebran por todo lo alto sus victorias, habiéndose aprovechado de la indefensión de los débiles.
Esta semana se celebra la muerte del Señor, día de los hipócritas que no creen y van en las procesiones, para aparentar que son creyentes y lo están crucificando con sus acciones todos los días.
Yo estoy acostada, no tengo ganas de nada, me han llevado a estar agobiada y a crucificarme como a Jesús, pero también es cierto, que resucitaré cuando llegue la hora de la verdad.
No tengo nada, no quiero nada material, solo un techo y la atención que ahora me prestan como ser humano que soy, porque me dan una calidad de vida, pero quien me la negó y me traicionó como Judas, se tirará al fuego del remordimiento, cuando le llegue la suya, pues recibiré la justicia, por orden divina.
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