No consigo comprender muchas cosas y por eso me hago tantas y tantas preguntas, que en la mayoría no obtengo una respuesta. Jamás conoceré gran parte de ellas, porque no consigo meterme en la maldad de la gente y en la carencia de sentimientos humanos.
Algunas veces creo que alguien podrá existir, que me ame como soy, otras que ya nadie se fijará en mi, pero la mayor de todas me la hago una y otra vez y me pregunto ¿Por qué no fui digna de la verdad desde el principio y me han llevado a un mar de lágrimas solo por amar tanto?...la respuesta me resulta una pesadilla al darme cuenta de lo inocente que soy, porque por eso me engañaron y en la enfermedad me ignoraron, con el complejo de que ya no soy nadie. No soy culpable de nada y me han condenado con la injusticia más grande del mundo y apenas me lo puedo creer, pues si en vez de decir aquel embustero que la quería matar, llega a decir que le había pegado, me meten en la cárcel.
Quien lo sabe se ríe porque estoy indefensa y no soy capaz de decir algo así, me entra tanto dolor de que la mujer que se llevó toda mi vida y mi confianza, el primer amor de mi existencia profundo y verdadero, a la que convertí en parte de mi ser, me halla dejado traumatizada sin haber hecho nada de nada y como si no me conociera, haya permitido unidos a ella tanta brutalidad y ensañamiento como he tenido que sufrir y que al estar sedada duermo más que vivo.
Menos mal que tengo a dos grandes profesionales pendientes de mi y que ya me quitaron la idea del suicidio, porque lo intenté aquella noche y recibí mucha terapia, para darme cuenta de que tenían razón en lo que me decían y de que mis pequeños me necesitaban.
Tengo 53 años y tengo una lectora a la que le agradezco con todo mi corazón sus comentarios, porque me hace tener la esperanza de que algún día puede aparecer una mujer que sepa ver en mi una persona capaz de darlo todo, para recibir la recompensa de un amor verdadero, hasta que la muerte nos separe y nos encontremos en el cielo.
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