Ha empezado a caer un poco de nieve y me he vuelto a casa, porque el frío es espantoso y todavía tengo algo de fiebre.
En estos días así me encuentro muy a gusto acostada con mis mantas, mi estufa y rodeada de mis pequeños, que no me dejan ni un momento.
Mis pequeños son de los animales mejores educados que hay, pues están criados como personitas con todo mi amor, tienen una inteligencia insuperable y con unos corazones llenos de sentimientos, que mucha gente no tienen, ni poseerán nunca. Ahora que tengo a la muchacha que me los saca cuando no puedo ir con ellos, salen su rato adecuado tres veces al día, corren, hacen sus cosas y lleva su bolsa o recogedores por si acaso, se cansan y cuando no pueden más entran en casa y ya no rechistan hasta el día siguiente.
Unas cuantas endemoniadas de mi zona quisieron meterse con ellos, a través de la muchacha que me acompaña, que apenas sabe español y se fueron en busca de un amigo mío (ironía), el cual se fue en busca de la familia de la muchacha y les dijo que mis pequeños no podían salir a la calle, después vino en mi busca pero no estaba.
Al día siguiente la chica muerta de miedo no quería sacarme a los perros, pero hablé con quien tenía que hacerlo y tras mantener una conversación muy seria y coherente le dije que ese individuo se mantuviera lejos, pero muy lejos de mi y que se dedicara a otros asuntos; desde entonces nadie se ha vuelto a meter ni con ella ni conmigo.
Que un pueblo me considere lo peor, pero que los organismos importantes me respeten, aunque me odien por dentro, es lo que me interesa para luchar por mis derechos, porque para el otro tema ya estoy en tratamiento riguroso y lo lleva la persona adecuada, que vela por mi integridad física, psíquica y moral.
No me doy por vencida para luchar por la justicia, al igual que se atiende a los demás por nada, hasta llegar al último peldaño si es preciso y si ya me tiran escaleras abajo, no tengo más remedio que asumir que he perdido.
Este miércoles tengo una cita importante y espero poder aclarar algunas cosas, para que se empiece a tomar en consideración ciertas anormalidades que se ven en kansas city, por la que llaman forastera los vaqueros que hay aquí.
Siempre hablan los que deberían estar mudos, pues estoy cansada de ver a los perritos que no tienen culpa y que les dejan salir sueltos, para hacer de todo en donde pueden, porque sus dueños viven felizmente.
Siempre hablan los que deberían estar mudos, pues estoy cansada de ver a los perritos que no tienen culpa y que les dejan salir sueltos, para hacer de todo en donde pueden, porque sus dueños viven felizmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te invito a expresarte, a que digas algo o dejes la huella de tu presencia de alguna manera, puedes elegirla a tu gusto.
Respétame y serás respetado y te invito a suscribirte, para verte entre mis amigos.
Para mi, sería un placer conocer tu opinión o lo que sientas, pues los comentarios son el alimento y la gratitud de poder seguir compartiendo.
Opinar es gratis y no cuesta dinero, os invito a hacerlo libremente.
Gracias y besitos sea lo que sea, que hayáis decidido...