CUANDO NO HAY MAS REMEDIO

Cuando las personas llegan a unas edades avanzadas y se dan cuenta de que el tema enamorarse a muerto para ellas, porque ya no van a encontrar a nadie y la soledad es lo único que van a tener, se conforman con recuerdos pasajeros, que no les sirve para nada, más que para engañarse por alguien que se les fue volando como un pájaro en muy poquito tiempo, pero les consuela vivir de alguna fantasía, para hacer más llevaderas sus penas, al ver como los años van pasando y solo podrán contar los fracasos que han tenido y que no les llevan a preguntarse ¿por qué?.

Pensar que en la madurez la gente adquiere sabiduría y capacidad, para saber lo que quieren, lo que desean y defenderlo para el resto de sus días, no es así, cada vez son peores o iguales a los jóvenes, que en algunas ocasiones tienen más conocimiento, para darse cuenta de lo único a lo que pueden aspirar.

Yo siempre he sido muy adulta para esas cosas, pero muy inocente por la carencia afectiva que he llevado arrastrando en mi vida, ser esclava de dar sin parar y parecer una mendiga que va pidiendo cariño, eso es lo peor que se puede hacer, pues aunque ofrezcas el mundo entero, nunca te valorarán y te pisotearán a placer.

Ahora bien, si de algo me siento orgullosa es de que nunca engañé, confié y por tanto dar y valorar, nunca me pudieron amar a mi y a cambio recibí el puñal de la muerte.

Ya desde el principio recuerdo en una ocasión cuando alguien me dijo ¿no pretenderás que esté enamorada  de ti ya?...el enamoramiento lo hace el tiempo y va creciendo poco a poco, esa fue la respuesta que obtuve y desde luego no hay nada como la ceguera del amor, para no darse cuenta de las cosas y con ese razonamiento haber salido corriendo.

El amor nace y luego se hace realidad con el día a día y cuando se es mayor y hay profundidad, crece como un árbol cuya raíz está bien honda y no lo mata nada ni nadie, cuando dos personas están bien avenidas; ese es el amor verdadero, pues no lo puede arrancar nada, ni ningún obstáculo que aparezca

Hay un refrán que dice: "Lo que mal empieza mal acaba" y es verdad, cuando alguna vez le preguntaba a una persona ¿estás enamorada de mi? siempre me salía con respuestas vagas que no llegaban a ninguna parte o me decía que cada uno quería de una manera.

Sin embargo cuando, en la enfermedad en nada de tiempo me largaron a mi y entró la otra, eso fue un enamoramiento loco desde el principio, ya en nada eran los mismos pensamientos y ahora por nada, aquella que desapareció, se llevó sus llantos y sus lamentos y yo durante cuatro años de entrega absoluta, el puñal de la muerte por la espalda.

Ahora me siento que ya no cabe más dolor y más daño en mi ser, pues vivo sedada de tanto sufrimiento y atontada para que mi cerebro no piense.

Tengo que estar aquí todavía y ya me van poner la acera en condiciones, para una buena accesibilidad a mi casa, no quiero ni pensar como se va a poner la dueña de la misma, pero la ley de arrendamientos urbanos me ampara y no hace falta ni que la avise, pero lo haré porque soy una señora. Por culpa de la crisis llevo sin cobrar 3 meses y no le he pagado el alquiler, yo no tengo la culpa de eso y solo espero mis atrasos del INSS para liquidarle, pero mientras tanto si no me ha denunciado, es porque sabe que no puede hacerme nada, ya que no soy culpable de lo que haga el gobierno.

Así que me veo de momento aquí, pero libre para irme a Albacete cuando me apetezca y tranquila en mi hogar con mis pequeños y a mi bola, que es lo que me mantiene, para seguir en esta lucha, en la que por culpa del mal, se ve ahora sola al descubierto y veremos como sale si todo queda como espero,

Despecho es una palabra mal dicha; cuando se deja y solo se queda amando el que es dejado sin haber descubierto las cosas que le habían quitado, siente un dolor en su corazón inmenso, como si se le hubiera roto en un millón de pedazos todo, pero delinquir para destruir, es algo que no se debe dejar pasar, pues intentaron colgarme sin piedad y no les importó decir más mentiras que pinocho, sacadas de un cuento y que no eran creíbles para nada; por eso todo llegará y cada cual en su sitio y con lo que pueda conllevar el resultado de ciertas acciones.

Ahora ya no existo, solo para la obsesión enfermiza, que madruga sin parar y comprobar si tengo novedades escritas.