Caminas hacia mi con tu sueño y tu pensamiento, tu corazón palpita y casi se sale de tu pecho cuando me llamas, me ves cuando contemplas el firmamento, me escuchas en tu interior, porque me deseas y me necesitas, pero no corres a mi encuentro, por tu miedo a no encontrarme y por eso te marchitas igual que una flor.
En tu lecho, te das la vuelta para abrazarme, sentirme, besarme, acariciarme, susurrarme palabras de amor y de pasión, como el fuego de un volcán, pero llenas de tesoros encontrados en el océano de tu amor más infinito.
Tu desazón no te deja respirar, tu tristeza te languidece, tus lágrimas son las veces que harías el amor conmigo, como yo me entregaría a ti en nuestra isla del amor eterno. Mírame, mírame bien a través de las estrellas y de la luna, lee lo que pone como lo hace ella y verás como te ruborizas de tanta locura y de una entrega tan bella, que se repetirá hasta que dejemos de existir, por eso, corre hacia mi vida, ven hacia la felicidad, búscame y me verás sonreír, pues las dos nos anhelamos, nos amamos, nos sentimos, nos suspiramos, nos vemos y nos queremos besar profundamente, para cogernos de las manos, abrazarnos con la fusión de nuestra unión y viajar juntas por todos los caminos sin que nada ni nadie, nos pueda soltar de la cadena irrompible de un amor, que va más allá de la eternidad divina....
Una entrada muy bonita y muy romántica carmen.Bss
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