MI PENA NO TIENE LÍMITES

Mi pena de esta noche no tiene límites, pues hace un rato que vine de urgencias. Llevo dos días sin tomar ya el antibiótico y me he puesto fatal, por eso, he tenido que ser asistida en el centro de salud. La doctora me ha dado otro antibiótico, era la misma que vino a mi casa la otra noche, para lo de mi pierna, pero me ha hablado con mucha seriedad y mi llanto ha salido ante sus palabras. Mañana lo más probable es que me ingresen, pues llevo meses con una infección, que se agrava cada vez más, estoy sondada y no progreso en nada; los análisis que me ha hecho han salido peores y cuando me ha preguntado si tenía a alguien, es cuando me he derrumbado y le he tenido que contar, que toda mi historia la conoce mi psiquiatra y que es la parte psicológica la que me ataca físicamente; ahora entiendo que la pena pueda matar, pues es a lo que conlleva las consecuencias de la misma. No quiero que me pase nada por mis pequeños, tampoco quiero sufrir más y cuando me ha preguntado ¿por qué no se ingresa en una residencia?, le he tenido que explicar los motivos y que estoy a la espera de que se me lleven de aquí, pues fui abandonada, tras sufrir malos tratos y agresiones de todas las clases y que estoy muy marginada y perseguida en este pueblo. Solo tengo una amiga, en la confío plenamente y que tiene un corazón de oro, es mi auxiliar, que ya se me va, porque me vuelve la titular el día 3. Ella se encargará por cariño y humanidad de sacarme y atender a mis pequeños y me llamará sin parar, para preocuparse de mi, pero además estoy segura, de que si puede dejar a sus padres, que los tiene muy graves, echará una escapada para visitarme. Tengo miedo amigos, mucho miedo por mis riñones o por mi vejiga, pues nada me mata el bicho y si tengo que estar ingresada, hasta que no vean bien todo con las pruebas que hagan falta, no me dejarán volver a mi casa. Esta noche estoy destrozada y no paro de llorar; estar sola en estos momentos tan amargos es de locura, pero así son las personas sin escrúpulos, que matan en la enfermedad a sus parejas, porque no saben lo que es amar y solo las utilizan como máquinas, porque solo se quieren a si mismas, de tal manera, que sin utilizar armas materiales, asesinan sin piedad y siguen haciéndolo sin parar, porque nunca tienen bastante. Espero que me puedan salvar de algo que puede traerme graves complicaciones, e incluso poder llevarme a la muerte, pero lucharé para que ese bicho no pueda conmigo, o por lo menos lo intentaré. Si veis que no escribo nada, es porque estaré en el hospital y no sabré el día de mi regreso, pero pase lo que pase, os echaré de menos sin conoceros, porque vuestra presencia en mi blog, me ayuda a compartir mi dolor, que es real como la vida misma. Los que puedan sentir felicidad, que la disfruten a tope, pues es cosa de ellos, pero si vuelvo mejor y con un tratamiento adecuado, cuando me vaya de aquí, saldré a flote y podré sobrevivir.

En mi forma de pensar, la familia no tiene que ser de la misma sangre, son las personas que te quieren en sus vidas, son aquellos que te aceptan por quien eres y como estás, aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír y aquellos que te aman sin importarles nada, sean parejas, amigas o amigos, porque son mejores tesoros, que esos cuya sangre de color rojo, los convierte en lo que se llama familia, que en la mayoría de las veces son los peores enemigos.