NO EXISTE EL MAÑANA HASTA QUE LLEGA

Siempre que he hablado de un futuro, planes o proyectos, tengo la costumbre si no me olvido, de añadir Si Dios quiere..., pues el mañana, es el hoy que estamos viviendo a cada minuto, y nunca sabemos si poco después o al día siguiente, veremos la luz del sol. Cuando me di cuenta de que El Señor se había fijado en mi y me amaba tanto como hija suya que soy, y además de las favoritas, me educó a no aferrarme a nada material, a ir ligera de equipaje, pero llena y cargada de Amor, por eso, aunque cometo errores, los reflexiono, los corrijo y deseo ser cada vez mejor, puesto que cuando me vaya de viaje al Paraíso, nada necesitaré, más que la limpieza de mi alma y de mi corazón. Nada de lujos quiero, tampoco me gustan las injusticias, pero tengo que reconocer, que el mundo, lo ha destruido el ser humano; se nos dio lo más grande, lo más bello, lo más hermoso, el tesoro que nos enriquece y que nos eleva a lo más alto, ¡EL AMOR!...., pero el desafío de querer ser más que Dios, ha convertido nuestro planeta, de color negro, lleno de avaricias, lujurias, envidias, maldades, muerte, juzgones personales de los demás, superficialidad, egoísmos, maltratar la naturaleza sin miramientos, teniendo más consideración la linda tierra que tenemos, que los destructores de ella por el dinero. 

Me produce una pena enorme y me llora el corazón, cuando veo las miradas amargadas de quienes gozan haciendo daño, y no pueden quitarse el veneno de encima, pues sin que se den cuenta, ya están muertas y en el infierno interior de sus existencias. 

Nuestro Padre Celestial nos lo dio todo, su vida en la cruz para salvarnos de la oscuridad y ver la luz, pero el maligno conoce muy bien la debilidad humana, para ofrecerle con mentiras, el vacío interior, que no escucha las conciencias, para arrepentirse y ser perdonados con la clemencia celestial, pues prefieren arriesgarse a cuatro días mal vividos, que a la dicha eterna.

Aún queda gente buena y con sabiduría divina, la he visto en este pueblo, personas que tienen valores muy grandes y saben reconocer cuando no hay maldad en una persona y es amante de la verdad, pero también he sido crucificada, para poder perdonar y dejar actuar a la justicia, que para eso la permitió el Señor cuando dijo: DAD A DIOS LO QUE ES DE DIOS Y AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR, frase que se puede interpretar, a la hora de recibir la pena correspondiente, ante hechos delictivos que se deben pagar. Nunca me veréis en una iglesia, jamás tiraré la piedra y esconderé la mano, pero podréis encontrarme en cualquier lugar apartado, o en una terraza tomando algo, pero en donde en realidad lloro y me abrazo a Dios, es el interior de mi casita; cuando llega la noche, lo abrazo con todas mis fuerzas y le pido que me proteja y que me ayude, para que pueda ver lo que me dará la justicia terrenal ante lo que me han hecho, enterrar a mis pequeños y que me lleve con mis padres cuando quiera.