Me he gastado mucho dinero en arreglar mi casita, pero no me importaría nada si mañana me comunicaran, que me han concedido la que tengo solicitada en Albacete, para marcharme. No levanto cabeza aquí, he aprendido a llorar en la soledad de mis cuatro paredes y que la gente no me vea, pero hay ocasiones en las que no puedo evitarlo, porque estoy destrozada y me siento aplastada por toneladas de camiones. Nada me retiene en este lugar, solo el tema del juicio y la vivienda, y cuando éste quede resuelto y me la adjudiquen, quiero irme disparada, para que la persona que se deshizo de mi en la enfermedad, porque nunca me quiso, se quede tranquila si puede; conseguir a otra para que disfrute de los momentos pasajeros y así se verá con la libertad de continuar con sus pájaros si la dejan y se fijan en ella, pues así es la forma de pensar de quienes solo quieren a alguien en lo bueno y para fines de semana, el problema es que no hay otra tonta como yo, y encima se le van volando sin dejar rastro alguno.
La única que demostró con hechos, haberla amado con locura y se olvidó de si misma para complacerla en cualquier cosa, esa fue Carmen, pues ella no se tomaba ninguna molestia en nada y hay que dárselo todo en bandeja.
Cada día es más duro soportarlo y me consumen las graves heridas, que no hay forma de que dejen de sangrarme, mi estómago se resiente de tanta medicina como tomo y no quiero ésto para mi salud. Un pueblo pequeñito, pero grande en maldad y chismorreos, duro para plantarle cara y difícil para intentar sobrevivir, por eso no dudaré un momento en preocuparme de saber como va el asunto de mi solicitud, e intentar si lo consigo salir pitando, de un pulpo con muchas patas, que te absorbe y mata.
Hay muchas formas de matar, no solo las drogas que tanto abundan por aquí, tampoco el tabaco, otras cosas parecidas, también es el comportamiento de los seres humanos otra forma de hacerlo, pero ese ni se nombra.
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