ESPERANDO PARA IRME

Estoy esperando a mi auxiliar, para que me duche y me ponga de estreno, porque me recoge mi autobús a las 10 y me voy a Albacete de comida con mi amiga, que me invita por mi pasado santo. Le gustaría mucho venir al pueblo, pero no quiero de momento, con el tiempo ya veremos, pues prefiero la capital y salir de la rutina diaria de aquí, para olvidarme un poco de todo. La pena es que me devuelven a las tres y media y el tiempo pasa volando, pero no me quejo porque aprovechamos bien las horas charlando, paseando y tomando café por ahí. Me siento a gusto por las cosas tan claras que le he contado, la amistad por encima de todo, tenemos capacidad para no tener nada, hasta que nos enamoremos de verdad, para siempre y con las ideas adultas de una bonita historia, que cuando surja el amor, será hasta la muerte. Es profunda y me comprende, respeta que no quiera besos ni roce, hasta que pueda volver a confiar y mi corazón se enamore, para entregarle mi interior y mi existencia para toda la vida, pues nadie me ha hablado así y no le importa más que mi persona, mis sentimientos y mi forma de pensar.

En realidad nos compenetramos, porque ella también sufrió lo suyo y no tiene prisas, pues dice que valgo mucho la pena y se quiere arriesgar a conquistarme, tarde lo que tarde. Me encanta que sea así, es dulce, tiene una inteligencia muy grande, su cultura y su gran sencillez, es femenina y sensible, por lo que estoy segura de que acabará surgiendo ese bonito y especial amor, con el que he soñado siempre y me hará olvidar a una mala persona, que carece de todo y no sabe ni lo que es tener humanidad, por eso va recibiendo la recompensa a sus acciones maliciosas y premeditadas de una usurpadora, que quiso llevarme a encerrar, diciendo que era una enajenada mental y dejó que me hicieran de todo lo que le dio la gana, incluida ella.