Tengo la ayuda de la gran psiquiatra del hospital de Albacete, que viene hasta aquí, para visitar a sus pacientes los jueves de cada semana. Es la mejor profesional que me ha tratado y ha acertado desde el principio con la medicación, que ha dormido mi mente, para que no sufra los golpes de los martillazos sangrantes que me han dado, y además sabe el daño brutal que me han hecho y que ella misma debido a como estaba, me aconsejó denunciar. Estoy segura de que la jueza y el fiscal, tal y como se han interesado en el tema, leyendo semejantes injurias y calumnias, con la colaboración imprescindible de mi buena abogada, se me hará justicia, porque me la merezco, y mi único delito fue quedarme minusválida, como le puede pasar a cualquiera, para que me hayan hecho de todo y disfrutar con ello, queriéndome morir y suplicando que ya no podía más, y aún así, me escribían más veces al día, porque el placer que sentían era inmenso.
Tengo muy claro que la pena será de culpabilidad, porque los hechos son evidentes y está todo en el proceso de investigación. Los culpables ya lo saben y se han burlado hasta de las leyes, pero ahora que conocen la seriedad del tema y que no escaparán, no creo que duerman mucho, pensando en las consecuencias que tendrán cuando reciban la sentencia de culpabilidad.
Siempre he advertido, porque me gusta dormir con mi conciencia tranquila y no soy traidora, pero se meaban de risa a mi costa y ahora seguro que la seriedad no les sobra, pero como dije una vez, los tramposos caen en sus propias trampas, porque encima les engaña su propia maldad premeditada. Espero tranquila, y durmiendo más que estando despierta, que todo llegue, todo pase y sean condenados los culpables de mi empeoramiento, y que aguanto gracias a tanta medicina. DIOS lo sabe todo y nadie se escapa primero, de su justicia cuando me tocan a mi de esa manera, porque me conoce de sobra y ve mi corazón que no tiene maldad y ama como ya casi nadie lo hace en la actualidad.
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