EN EL OCÉANO DE MI INTERIOR
Mi gran secreto morirá conmigo, pues no puedo gritar tu nombre, porque solo Dios lo conoce y en el océano de mi interior, está sellado con el lazo divino. Nada hay como amar en silencio y llorar entre la soledad de unas paredes, pero es peor el dolor, de ya no ver los colores.
Quisiera estar en la orilla del mar, entre la luz de la luna que ilumina sus aguas, y mirar al cielo, para dibujar un corazón y decirte ¡te quiero!.
No se si mi sueño se hará realidad, con un bello ramo de flores, para abrazarte sin soltarme y que me digas ¡ tú eres mi amor verdadero, tú eres mi Carmen!, palabras con hechos llenos de alegrías y espinas en el sendero, pero con nuestro amor cogidas de la mano y con las cadenas de oro, que brillen como el sol y sean indestructibles, porque nos ha bendecido el Señor.
Si, si quiero gritar, con todas mis fuerzas, para que se entere el mundo entero, que te sueño cada día y en la figura que veo, eres mi vida, eres mi luz, eres la estrella que me visita, la flor más hermosa de mi jardín, la mujer que amo y tanto quiero, pero no puedo gritar tu nombre, porque perteneces al océano de mi gran secreto.
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