Todas esas personas, que se creen con derecho a juzgar el amor entre mujeres u hombres se merecen tener hijos capaces de amar a un ser de su mismo sexo y entonces, se sabría la reacción verdadera de cada uno.
Cuando escucho a esas señoras, que todavía no han salido de la edad de piedra me hace gracia, porque seguro, que no saben ni lo que es un orgasmo. Precisamente, la máxima felicidad según dicho por gente especializada no viene por la penetración en la mujer, sino que llega por una buena preparación preamorosa sabiendo tocar las zonas erógenas y como final una relación de hombre/mujer y creo que a buen entendedor con pocas palabras basta.
Las lesbianas nos amamos y disfrutamos del placer de ese amor con mucha naturalidad, sobre todo, las que somos más mayores, pues las jóvenes tienen otra forma de vivirlo y les gusta todo, algo que me parece muy bien cuando dos personas se quieren, lo desean hacer y en la intimidad gozan sin límites, porque les da la gana y a nadie le importa.
Los tríos, las orgías, los que quieren cosas raras ya se apañarán ellos con sus cuerpos, mientras no fastidien ni hagan daño a los demás.
No somos jueces de nada ni de nadie, somos humanos llenos de debilidades, de defectos, de mucho hablar y deberíamos ser fiscales de nuestra propia conciencia, para saber si hemos hecho el bien o el mal.
Conozco parejas de hombres y mujeres que tienen mucha estabilidad en sus relaciones, pero en general, al empezar tan jóvenes la gran mayoría acaban siendo muchas las relaciones que han tenido, pero eso no es asunto mío.
En la actualidad, ya desde muy pequeños saben más que yo, pero a pesar de que está bien lo triste es cuando lo basan todo, en el físico y en el sexo.
Lo más bello y lo que perdura siempre es cuando te enamoras del interior de la persona, pues en ese momento no te importa el exterior para nada y ves al ser amado el más lindo del universo y eso es en realidad lo que cuenta, pero también hay gente linda en todos los aspectos.
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