LAGRIMAS DE DESALIENTO

                                                       

Deseo un tesoro llamado Amiga, una de verdad, que no me mienta y sea especial, que su amor más puro lo pueda sentir hacia mí, que pueda quererla para darle y compartir. No quiero que me ocurra como a las excepciones de la frase del vídeo; que dice generalmente.

He puesto mi confianza y he dado todo mi cariño y se han dejado querer, mientras pensaba que era correspondida porque me lo hicieron creer.

Nunca he tenido suerte, he sembrado y he recogido los palos de ser inexistente, el desprecio, la humillación y el miedo ¡que es lo más fuerte!.

Me lamento y lloro de pena, tengo una herida y no se cierra y ahora estoy atada con las cadenas que no me dejan caminar.

Mi vida no es vida, no veo el sol aunque salga, ni la luna por la noche, ni las estrellas aunque brillen, sólo siento el frío de mi tristeza y mi dolor.

Un dolor aún más grande que el de mi cuerpo, el dolor de la decepción de aquellos que fueron compañeros y que ni me saludan por equivocación.

Tantas y tantas mentiras en los momentos compartidos que por ser tan inocente me las creí igual que un niño.

No entiendo para que nací, pero entiendo que estoy condenada a sufrir y como regalo, a ser una discapacitada, aunque de ésto no puedo quejarme porque los hay que no tienen piernas ni brazos.

He llorado tanto que mis ojos se han quedado secos y mi retiro del mundo exterior sin darme cuenta, se ha convertido en un hecho tan real, que aunque venga gente a casa, guardo silencio y me aislo en el interior de mi soledad.

Estoy acompañada porque la tengo a ella pero estoy en mi castillo de los sueños, la quiero más que a mi vida y soy presa de los malos recuerdos de mi existencia.

Los buenos fueron muy breves y se convirtieron en fantasmas del pasado, pero esos fantasmas los llevo siempre a mi lado como las burlas hacia mi persona.

Dichosos los que dicen tener amigos íntimos, a lo mejor ni tan siquiera hicieron nada por ganarlos y es que esto de la Amistad es como todo en el hombre de hoy, cuánto más sabes dar, querer de verdad, entrar en el interior y ver a la persona y encima valorar, salen corriendo porque te ven anormal.

Eso de que el que siembra recoge, que la amistad la eliges tu, que hay que cuidarla como a una flor para que no se marchite, os puedo asegurar que es una cochina mentira.

Lo he pasado yo, unos me utilizaban porque necesitaban pasarlo mejor trabajando, otros porque me engañaban, otros porque la distancia les pesa demasiado y otros porque les llamaba yo por teléfono para informarles de mi estado de salud y las pruebas que me iban haciendo, la cuestión es que descubrí que fui presa de la ingenuidad y de que no eran ni amigas ni eran nada.

Me he rendido y estoy cansada, tan cansada que las pocas fuerzas que me quedan son para desearles que no les pase lo mismo, aunque ellos tienen el corazón muy bien protegido y lo controlan todo.

Luego que no se quejen de que les tratan como a máquinas porque no se han dado cuenta de que ellos se comportan como tales.