LA DUDA DE MI AMOR

                                   

Anoche estuvimos hablando mi compañera y yo en la cama, que es en el momento en donde solemos charlar un poco debido a la cantidad de trabajo que tiene, entre la madre, mi persona, la casa, ir a comprar y hacer la comida.
Desde que empezamos a estar juntas se puede decir que siempre ha dudado de que la quiera, todo el mundo lo tenía claro menos ella.
Nunca le he fallado cuando libraba en mi trabajo y me venía al pueblo para estar juntas con nuestros pequeños, era toda mi ilusión. Alguna vez incluso me venía solamente para estar unas horas y marcharme a las 6 de la mañana hacia mi tierra recorriéndome 250 km entre ida y vuelta para irme acumplir con mi obligación
Al principio nuestra relación era estupenda y nos compenetrábamos mucho, pero hace más de año y medio que todo cambió bastante.
Nos seguíamos queriendo con locura pero al mismo tiempo nos íbamos distanciando cada vez más. Las circunstancias que iban apareciendo eran duras porque su madre se cayó un trompazo, se rompió la cadera y le pusieron una prótesis. Al mismo tiempo prácticamente, yo empezaba a empeorar con rapidez, de tal forma que todo se complicó.
Su madre no aceptó la prótesis y estuvo mucho tiempo en el hospital, su hija estaba a su lado lógicamente y así se pasó sin descansar unos 3 meses, iba y venía a casa cada 2, 3 o 4 días para que su hermano no perdiera el poder ir al campo; ¡ menos mal que la hija se hacia cargo de cuidarme!.
Los médicos decían que no pasaba de aquella noche y aquella noche se ha convertido en que la abuela mejoró notablemente y aunque se lo tienen que hacer todo, habla con total capacidad y no para de llamar a la hija una y otra vez, es decir, que no la deja vivir, es algo parecido a una inquisición, pero ella que es tan buena, se desvive y se olvida de si misma, es una madre y madre sólo hay una y son 88 años los que tiene.
Entonces nos tiene a las dos y está llena de sufrimiento y cavilación. Suele decirme que le preocupa acabar no pudiendo conmigo por el peso y tener que irme a una residencia. La recrimino diciéndole que no podemos adelantar un futuro desconocido y escucharla decir eso me entristece y me duele.
La cuestión es que lee mi blog y no sabe interpretar lo que escribo. Cuando hablo de mi soledad, de mi depresión y de mis sueños piensa que ella es como si no contara para mí, que no está a mi lado.
Todos sabemos que no sólo de pan vive el hombre y que en el mundo, además de una compañera/o también existen las amistades.
Mi sueño y mi soledad es referente a algo de lo que he carecido siempre y que se que no tendré nunca, al fin y al cabo nadie se complica la vida con una incapacitada; y si antes que estaba bién me equivocaba cuando pensaba que me querían y recibía el desprecio de no ser considerada amiga, menos ahora que no puedo con mi cuerpo.
En mi interior hay mucha amargura porque las dudas de mi compañera me hieren y por mucho que le digo que jamás estaría con ella si no la quisiera, no hay forma de convencerla. Creo que le pasa por la cabeza que como no tengo a nadie que me cuide, estoy aquí por interés y bien sabe Dios que no es cierto.
Nosotras no somos unas niñas y nuestro amor era tranquilo, bonito, a las dos no nos gustaba la noche para salir y somos muy caseras, yo soy más expresiva y ella es más silenciosa pero éramos felices a nuestra manera.
Ahora estoy cansada de tantas dudas, vivimos juntas bajo el mismo techo y es ahora cuando comprendo que así, es como se conocen realmente las parejas, se ven las virtudes y los defectos pero a pesar de todo la quiero porque defectos tenemos todos.
Añoro tener una buena amiga, una amiga especial que me quiera fraternalmente , que me llame alguna vez, que nos escribamos, que compartamos juntas cosas que no se pueden dialogar con la pareja y si pudiera, que viniera alguna vez a verme y comer con nosotras.
Parece ser que mi chica eso no lo puede comprender y me reprocha que no la quiero una y otra vez y no se da cuenta del daño tan grande que me hace.
Ella es mi amor y siempre lo será pero me he rendido y ya ni le contesto cuando me dice que he dejado de quererla y en ese momento, quisiera salir corriendo ante su duda que no tiene sentido de ninguna clase, antes mi iría debajo de un puente que estar con alguien sin amarla.
Me doy cuenta de que me he encerrado bastante en mí misma, sufro callada los dolores que tengo y que nada me apetece, estoy acostada todo el día y lo peor de todo es que no me siento amada por ella, sólo siento que me quiere espiritualmente como pareja, pero es que en realidad no puedo ofrecerle otra cosa mejor.
Es difícil por no decir imposible el diálogo en la pareja cuando se trata de temas de la misma, el diálogo existe cuando se habla de otras personas ó de opiniones ajenas a la propia relación y la verdad es que es muy triste que estas cosas ocurran.