Llegan días muy señalados de unas fiestas navideñas muy bellas para celebrar en familia y con ellas el negocio de los regalos. Yo pido que nadie regale un cachorrito a sus niños para después, cuando se hacen mayores, los abandonen, los lleven a una perrera o tropiecen con canallas que los maltratan hasta matarlos. Veo en las redes cuando pasan imágenes que me hacen llorar de pena ante los salvajismos que se cometen y aunque se luche cada día para evitar estos malos tratos, todavía queda mucho por recorrer.
Mi amor por los animales no tiene límites y de hecho, si tuviera una granja me los llevaría a todos pues cada día me doy más cuenta de que son un verdadero ejemplo a seguir.
Si hay que hacer regalos existen peluches de todos los tipos y esos se pueden romper sin problemas o hacer lo que se quiera, esos no sufren, sin embargo los sentimientos de los vivos son muy auténticos y se dan cuenta de todo.
Hay que tomar conciencia de que si alguien quiere adoptar uno de corazón no hace falta comprar pues hay en las perreras o protectoras verdaderas bellezas en espera de un hogar y de dar todo su cariño y mimos sin esperar nada a cambio, solo tener a sus amitos y saberse queridos, con eso les basta y son fieles hasta la muerte.
Buena propuesta
ResponderEliminarGracias amiga. Besotes
EliminarGracias, nuestras mascotas merecen ser queridas y nunca abandonarlas.
ResponderEliminarPaso a desearte una feliz Navidad.
Con toda mi ternura
Sor. Cecilia
Me parece genial esa propuesta!!
ResponderEliminarBesos Carmen:):)