LAS VIAS DEL TREN

La vida son las vías del tren que cogemos nada más nacer y que nos va haciendo viajar a pequeña y gran velocidad. Cada estación es una etapa de nuestra vida y en el tren viajamos con nuestros padres, familias, amigos etc.

En cada recorrido vamos perdiendo seres que amamos, la familia sigue pero se bajan para seguir su curso y los amigos se van perdiendo en el transcurrir del tiempo. Hay gente que pasa desapercibida y no nos damos cuenta de que sus asientos ya están vacíos. Conforme nos hacemos mayores el tren va muy deprisa y todo lo que vamos experimentando nos va madurando y nos fortalece con los años.

A lo largo y ancho de mi tren he viajado muy sola y con muchos palos a mis espaldas, pero he tenido al mejor amigo y al único que es perfecto, el que todo lo puede y me ha guiado de su mano salvándome de todo. Su nombre es Dios y con Él he sido ayudada rescatándome de los que me hacían daño.

Soy dependiente desde hace algunos años y con distintas complicaciones, pero sigo dando gracias porque tengo una mujer maravillosa a mi lado y siempre estamos juntas. Hoy hemos ido a votar y después a comer a un restaurante, el día que ha salido es precioso e invitaba a estar fuera de casa. Ahora ya hemos llegado y con nuestra estufa estamos viendo una película de la televisión. 

Hay veces que recuerdo mucho cuando caminaba, trabajaba y tenía mi coche. Me encantaba conducir y ahora ya no podré hacerlo nunca más, pero también veo la parte positiva que es el amor que siento por mi mujer, que me atiende y estamos muy compenetradas y que para mi es el mejor regalo que mi Padre del cielo me ha hecho.