Normalmente, la mayoría de la gente, suele decir tacos, en ciertos momentos. Algunos, son tonterías, que no llevan a nada importante, pero siempre que escucho uno, por aquí y otros lugares, es el mismo ¡me cago en Dios!, me hace daño, hasta escribirlo, pues no puedo comprender, por qué no lo cambian por el demonio, pues siempre, tiene que pagarlo Dios, ¡no lo entiendo!. Como no puedo evitarlo, intento convencerles, de que cambien la expresión, pero los groseros, maleducados y que no respetan nada, aun lo gritan con más fuerza; otros, añaden, que no se dan cuenta..., y habiendo tantas palabras, la cuestión es culpar a Dios de todo, y ofenderle. La excusa de la memoria, no me vale, cualquiera recuerda lo que le interesa, y se puede corregir, sin ningún problema, algo tan desagradable, como es hablar de mierda y echársela, al manantial de agua bendita y sin impurezas, como es el agua de la salvación, que quien bebe de ella, alcanza la vida eterna. ¡Qué falta de respeto y de vacío interior!; nadie, con sensibilidad, espiritualidad y profundidad, es capaz de soltar algo, tan bajo y repugnante, pero ya no son, solo los hombres, las mujeres también, y eso, hace llorar al Señor, que se llena de misericordia y no lo quiere tomar en cuenta, pero tampoco le pasa desapercibido. Otra expresión, que he escuchado y que me llama mucho la atención, es que las mujeres, al estar tanto, en contacto con el género masculino, dicen muchísimo, cuando se dirigen a otra mujer, ¡es que macho!. Me explicaba una conocida, que era lo que se decía hoy en día, algo así, como una costumbre más,.. pues tampoco lo entiendo, pero es que para aprender la vulgaridad y lo malo, de ciertas palabras, la inteligencia la saca, hasta el que no sabe escribir echar sin la h, cuando se refiere a tirar algo. Hay tacos y taquitos, los que son verduleros y dañinos, que gritan, en el oído de la educación, pero hay muchos, que son cotidianos, y los dice, cualquier alma viviente, sin insultar al Señor.
Este blog me define a mi misma, porque en él comparto mis sentimientos más profundos y todo aquello que necesito expresar desde lo más íntimo de mi ser, con la sinceridad que me caracteriza y con la intención de que le pueda servir a alguien. Las imágenes de mis mascotas, la mía propia y los temas publicados me pertenecen. Las utilizadas para embellecer mi bitácora podrán ser retiradas en cualquier momento por sus propietarios.
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