EL ENVIDIOSO Y MALVADO HERODES

Hay en la vida, un Herodes en cada esquina, al acecho de la sencillez y la humildad, de quien siendo pequeño, es muy grande y poderoso, pues la gloria no se alcanza con la riqueza material, se alcanza con el poder más indestructible del universo, ¡El amor de Dios!. La inocencia de un niño, nacido en un pesebre, en medio de la pobreza, martirizaba al envidioso y malvado Herodes, que siendo viejo y todo un rey, le tenía miedo y demasiado respeto, por eso, queriendo engañar a los Reyes de Oriente, quiso llegar hasta el pequeño, para matarlo sin piedad. Aquellos reyes, representan a cualquier ser humano de la tierra, pues se equivocaron al principio, eligiendo el camino equivocado y yendo a parar, a la presencia del poder, la avaricia, el egoísmo y la injusticia. Los Reyes, se dieron cuenta enseguida y reaccionaron a tiempo, para despistar a los asesinos, y guiados, por la verdad, llegaron hasta Belén, para contemplar a una madre, que abrazaba sobre su pecho, al pequeño, pero más grande y perfecto de los hombres, ¡era el Hijo de Dios!, y sin embargo, vino a la vida, en la pobreza, en la sencillez, en la dulzura, en la bondad, en el seno de la Madre de la Sensibilidad y del Amor, hecho mujer, llamada María. Nadie, puede encontrar la victoria en la avaricia y en aferrarse a lo que nó, nos hace felices, y nos lleva a la ruina de nuestras vidas, ¡el dinero!. El dinero, es sinónimo de poder, y el poder mal aplicado, nos conduce al pecado, a la destrucción del espíritu y al vacío del mundo, que es reinado por Herodes y quiere matar la pureza del bien, que no será hallada jamás, en los tesoros terrenales. Los magos de Oriente, no hacían magia, tampoco eran reyes, eran hombres sabios, que fueron guiados, por la luz de la verdad divina, hacia la presencia de la verdadera riqueza ¡LA MANIFESTACIÓN, DEL NACIMIENTO DEL AMOR PERFECTO!