LAS PENAS NADIE LAS QUIERE, PERO EXISTEN Y MAÑANA TE PUEDE TOCAR A TI...

Es posible, que a lo mejor me equivoque, pero mi concepto de contar las penas personales, a quien consideras un verdadero amigo o amiga, es porque confías en esa persona y no es cuestión de quejarte, es compartir tus sentimientos y buscar un poco de apoyo, para escuchar palabras de comprensión, dar buenos consejos y el hombro que se necesita, para llorar si es preciso. Actualmente, se lleva un control muy exhaustivo, a la hora de tener lo que yo llamo un tesoro, que ya no se encuentra fácilmente, pues esa riqueza, va desapareciendo también, o quizás, no nos valoramos lo suficiente y vemos agua, en donde solo hay tierra seca. Mi forma de ser, no es perfecta, ni quiero serlo, pues dejaría de ser humana, y tampoco, busco la perfección en los demás. Precisamente mi corazón, está demasiado capacitado para amar, aceptar, pero con verdades, no guardar rencor, saber perdonar de verdad y dar oportunidades de reflexionar, a quien comete errores, como los cometo yo también, a no ser, cosas demasiado graves, que hasta incluso antes, advierto de mi dolor y de mi pena, esperando una respuesta, para poder dialogar y seguir con esa persona, si  la amistad que se siente, es por ambas partes, auténtica. El amigo o amiga, que conoce bien al otro, puede imaginar, si por sus circunstancias de hundimiento total, está suplicando algo y no lo está haciendo bien, porque hay comprensión, pero jamás lo castiga ni le pone límites, porque entonces, le hace más daño todavía y le envuelve en su corazón una tristeza muy grande, que le hace pensar y se pregunta,... si eso, es un amigo o una amiga de verdad... 

La amistad y el amor, es cosa de dos, pues si por una parte, dentro de los defectos, abunda lo bueno, la grandeza interior, la sencillez y demuestra con hechos importantes, lo que se quiere a un amigo o amiga, lo valora, lo cuida y sabe subsanar cualquier herida, nunca, se le impone un castigo, a quien está poniendo su vida en las manos de ese amigo o amiga, porque se habla, se piensa, se expresa el dolor, con el cariño de dos corazones unidos fraternalmente, hay absoluta sinceridad y cuando todo se arregla, porque triunfa la auténtica amistad, se van juntos de alegrías, olvidando lo ocurrido y sin darle más vueltas a lo que ha expresado que le pasaba, con el abrazo que sale del alma. Un buen amigo, no desconfía, tampoco busca la perfección, acepta al otro como es, nunca se reprochan nada, tampoco se halagan de lo que hacen por el otro, no buscan lo suyo, se necesitan, se ven, se llaman sin temores, son sinceros, se halagan en publico y se reprenden en la intimidad con cariño y respeto, se dan unas palmadas en la espalda o un beso y todo queda olvidado. Cuando se es un amigo o amiga de verdad, no se le está queriendo convertir, en lo que es uno mismo, solo se le quiere, se le acepta, hay una entrega mutua, se comparte todo, no se dibujan lineas que indiquen hasta aquí puedes...., pues para eso, está la verdadera confianza correspondida y se lo dicen de manera, que lo sientes como un real amigo, con una entrega, que es total y no se le deja tirado o tirada, porque los que se creen perfectos, son los que precisamente tienen mucho de qué callar....y no se miran nunca al espejo, pero si, viven pendientes del de los demás, para justificarse de que ellos, siempre tienen la razón y acaba predominando el mal, para quedarse tranquilos, ya no les convienes y si es preciso les importa un comino, que te mueras y que hayas sido una joya, por eso, ya empiezo a convencerme, de que cada vez, el mundo no va a ir a mejor, si las corazas de la destrucción se venden sin dar abasto, pues no se tiene en cuenta, el dineral que cuestan..., pero se paga con la justicia divina y esa.....¡sale muy cara! .