Una persona necia y prepotente, no tiene buenos sentimientos y ni tampoco cabeza, solo actúa, guiada por la misma y por sus miserias. Denunciar unos hechos, como los que he vivido cada día, no es odio ni venganza, es luchar, por recibir la justicia que me merezco y que reluzca la verdad, para que siga existiendo la misma, para todos igual y sin discriminación alguna, por mi condición personal u otras causas. Lo que me hicieron pasar, estando enferma e indefensa, es un infierno insoportable, que me ha ido empeorando, sin tenerlo en cuenta nadie. Quien maltrata y roba, nunca se reconoce culpable y lo llama venganza y odio, cuando se denuncian los hechos, pero en mi corazón y en mi mente destrozada, ya no existe nada, solo los recuerdos y las pesadillas horribles, que hasta me tuvieron que atontar, para no morir de la agonía que me producían y que no me dejaban ni respirar, ante los gritos que me despertaban, entre sudores y llantos sin parar, por todo lo que me hicieron pasar y que han originado unas consecuencias, en mi estado, pues no me han dejado vivir en paz. La prepotencia se cree que es amor, convertido en odio, pero yo no odio a nadie, solo maldigo la hora, en que me eligieron como cabeza de turco, por estar sola y rodeada de gente, que pusieron en mi contra, para destrozarme entre todos y estar marginada, con el cartel que me colocaron por adelantado de ¡CULPABLE, PORQUE ES LA DE FUERA Y ESTA LOCA!. Ahora, partiré a mi nuevo destino, y la distancia, junto con el tiempo y mi ayuda profesional, irán cicatrizando el destrozo que me dejaron, que me ha hecho empeorar, pero la paciencia, que es una de mis grandes virtudes y la lucha, por aquello en lo que creo, la llevaré con paz, puesto que ya lo hace todo, quien se queda para ello. Si Dios quiere, ganaré y me devolverán, lo que me quitaron, que es demasiado y no se paga con nada, pero me conformo con que gane la verdad y no la mentira, como lo hizo una vez, con ayudas añadidas.
Lo peor del mal tratador, es no reconocerse enfermo y ponerse en tratamiento, pues la ignorancia hace estragos, pero yo busqué ayuda, porque me hubiera muerto sino es por la cantidad de tratamiento que llevo, y aún así, me sacan de aquí, para no sufrir las persecuciones constantes, de unas lenguas que matan por su culpa y las agresiones que recibí, sin motivos ni razón, pareciendo un monstruo peligroso, que no se merecen ni los que son delicuentes realmente, por todo eso y mucho más, me voy con la esperanza de sobrevivir y alcanzar de nuevo, una vida digna y un trato humano, que en este lugar me negaron los malos, que abundan a montones y en donde no tengo lo que necesito, para estabilizar mi enfermedad, que se degenera por lo mal que me dejaron psicológicamente, siendo la burla y la marginación de gente, que no tiene nada en sus interiores, excepto unos pocos....que son los que me llevo y no olvidaré...
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