EL CICLÓN QUE ME ARRASTRA

El ciclón que me arrastra y me hiere con todo, me tiene hundida en un agujero negro de terror, del que no me dejan salir; es un ciclón que se me lleva las fuerzas y me produce consecuencias de mucha debilidad, que se me dispara por donde quiere. No puedo con los pensamientos y sentimientos de la actualidad, el ciclón me absorbe y me tiene dando vueltas en un calvario, que no consigo entender, por eso, entre el frío de su gran hielo y el grito continuo de sus poderes, me traslada golpe a golpe a desear perder la memoria y no recordar nada de mi vida. Quiero volver a empezar, como si yo no hubiera existido nunca, que pudiera despertarme en un valle de soledad, rodeada solo de naturaleza y animales, en donde el pecado del hombre no existiera y todo fuera puro, sin abismos, sin maldades, sin dinero, en donde desnuda y acompañada por los colores del arco iris, pudiera correr libre, sin sombras que me acorralaran y me bastara con los alimentos naturales, que no llevan contaminación de avaricias, egoísmos, crueldades, obsesiones sucias de la carne y la superficialidad, que me convierte en la rara y anormal, porque no debo ser de este mundo. Todo se me escapa y no consigo ponerme la pieza, que me permita sobrevivir en este planeta, una pieza que es imprescindible, para vencer al ciclón que me lleva camino a la muerte.

Quiero que me rescaten del inmenso mareo, que me produce el ciclón, de la pesadilla tenebrosa, que me posee y me pierde entre sudores y agonía; no lo soporto, ya no puedo más, estoy grave, muy grave y mi cerebro, es una bomba de relojería a punto de estallar. Tengo miedo, mucho miedo, me veo demasiado pequeña, ante el gigantesco ciclón, que me tiene martirizada y gritando socorro, para que me saquen de él. No quiero nada y lo deseo todo, pero mi voz, la que sale de mi corazón, solo quiero escucharla despacio y que se quede en mi interior, para no volver a sufrir de esta manera y que mientras me quede un poco de aire, pueda respirarlo fuera de este ciclón, que me está destruyendo sin piedad, y si no me rescatan pronto, mi debilidad es demasiado fuerte y no lo voy a poder aguantar.

Mi vida, no ha sido vida, no he conocido ni un poco de felicidad, pues si hubiera sido como los demás, me habría percatado de que vivía con una serpiente venenosa, que me llevó arrastrando con su boca, a este ciclón lleno de corrientes malignas, tan polvoriento y lleno de oscuridad. 

No hace falta ser fea, para ser buena, hasta en eso me he equivocado; tampoco ser un poco mayor o menor; no creer que por saber recitar, sienten lo que dicen, pues existen los actores y actrices, en todo me he equivocado, pues mi inocencia o ingenuidad me llevaron al ciclón, que ha torturado mi vida, que solo desea paz y tranquilidad sin cavilar ni pensar en cosas, que ni tan siquiera se si llegarán a hacerse realidad, como era amar a una sola mujer hasta la eternidad, algo que ya no quiero ni que sea mi esperanza, solo deseo empezar en otro terreno y poner en práctica la sabiduría, que he adquirido en este lugar, pues al final me he dado cuenta, de que no se puede ser como yo, para vivir en este planeta, tan asesino, tan cruel y sin nada en la cabeza. Hay gente muy buena, no me cabe la menor duda, pero desgraciadamente no hay que dar tanto y valorar en exceso, porque a cambio recibirás sin duda alguna, los mordiscos de los ratones, como se los dan al queso.