ME REFUGIO EN MI INTERIOR

Cada vez, guardo más silencio hacia el exterior, pero me resguardo en mi interior y hablo conmigo misma y con el Señor, porque mi desconfianza crece con el miedo, a que me sigan haciendo daño con tantos cuchillos clavados. Por cada error que cometo, por lo ingenua que soy, y pensando antes, que todo el mundo era bueno, me ha faltado vivir la experiencia más cruel de mi existencia en este sitio, para preferir mantenerme lejos de todo, a la espera de irme en cuanto pueda y que espero que sea lo antes posible.

Es muy necesario para mi salud, salir de aquí y olvidarme de todo, empezar como si naciera otra vez, pero mayor y con una lección aprendida, que sin cambiar mi corazón, me hará ser más callada, escucharé a los demás, no contaré nada a nadie de mi privacidad, conseguiré tener amigas y si alguien que teniendo su sueldo y no es por interés, me trata, nos comprendemos, llegamos a tener una buena amistad y demostrando con el tiempo, que es verdadera, si toca el amor a mi puerta, se la abriré, pero de otra manera más sabia y sintiendo que soy correspondida de verdad.

Ya me estoy acostumbrando a salir cada vez menos, pues este sitio me asquea; la maltratadora que me agredió, es una mujer mayor, sin escrúpulos ni nada; es una enferma de la mentira compulsiva, hace el mejor teatro que he visto en mi vida y habla de sus sentimientos, que son pura fantasía y falsedades, para ir engañando por la vida. No  puedo soportar su presencia, pues se me revuelven las tripas, me ha estado acosando y cambia las historias a su medida. Es tan embustera, calculadora, ruin, agresiva, obsesiva, traidora y mala, que tengo que reconocer, que siendo tan espantosamente fea, solo podía engatusar a una inocentona como yo, porque ya no quedan igual de tontas.

Solo deseo perderla de vista y he cambiado mi trayectoria, porque aprovecha el momento en que nadie la ve, para pegar tortazos, a sabiendas de que no puedo defenderme.

Solo deseo ganar mi juicio y lucharemos hasta el final; si existe la justicia ganaré, y si lo consigo, me sentiré en paz y con la recompensa que me merezco, ante los salvajes ataques que he recibido.

Mi abogada tiene todo mi permiso, para llegar hasta donde haga falta, pues me parecería una barbaridad, que con todo lo que me han hecho pasar; ignoren unos delitos, que no tienen otro nombre....más que delitos.